Uno de los opositores a la instalación del monumento al pesquero Bernardo Alfageme en una rotonda del barrio vigués de Coia, Diego Lores, afronta una petición de cárcel de tres años y medio por agredir a un agente policial en el juicio convocado para este martes, en el que la Fiscalía no ve acreditada la infracción.
En vísperas del juicio, Lores protagoniza un encierro en la iglesia del Cristo de la Victoria, donde el domingo estuvo arropado por decenas de vecinos y por el párroco, que ha exhortado al agente agredido a retirar la denuncia.
La acusación pide tres años y medio de prisión para Lores, dos por un delito de atentado y uno y medio por un delito de lesiones, así como el pago de 30.000 euros en concepto de responsabilidad civil.
Sin embargo, la Fiscalía considera en su escrito que en las pruebas practicadas "no ha sido acreditado debidamente" que el procesado cometiese la infracción criminal que se le imputa.
El otro procesado por supuestas agresiones a policías durante una concentración en la calle Baiona el 15 de diciembre de 2014, Samuel Vázquez, ya había sido desimputado previamente.
El caso de Lores ha concitado la solidaridad de diferentes colectivos, tanto la Oficina de Derechos Sociales de Coia, como el Colegio de Educadores Sociales de Galicia, y de formaciones políticas como la Marea de Vigo, que lo considera una "farsa" y ve en la denuncia un intento de "ejemplarizar" e "infundir miedo" entre quienes protestan ante las "injusticias".
Arropan al activista que mantiene un encierro en la iglesia de Coia
Diego Lores será juzgado el martes por la supuesta agresión a un policía durante las protestas por la colocación de un barco en una rotonda
