El juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Betanzos ha condenado a la concesionaria de la autopista AP-9, Audasa, a indemnizar con más de 300.000 euros a un conductor que perdió una pierna en un accidente contra una barrera mal colocada, aunque circulaba con exceso de velocidad. Una sentencia del pasado 27 julio exige a la gestora de la Autopista del Atlántico, que conecta Ferrol con Tui, a pagar 288.884,08 euros más los intereses legales desde 2009 al conductor que sufrió el siniestro el 7 de junio de aquel año.
La víctima se desplazaba en un vehículo de alta gama por encima del límite de velocidad de la vía, lo que provocó la pérdida del control en un primer momento hacia la derecha, aunque un intento de corrección acabó con el turismo en el lado izquierdo de la carretera. Allí chocó contra una bionda que penetró por la puerta trasera derecha y salió por la delantera izquierda tras seccionar una de las piernas del conductor.
La sentencia llama la atención sobre el hecho de que la bionda, "lejos de cumplir la misión natural de toda barrera protectora", provocó "terribles consecuencias lesivas", de lo que culpa a Audasa. Fija la jueza el cuarenta por ciento de la culpa de lo ocurrido en el exceso de velocidad del conductor, que solicitaba más de 500.000 euros de indemnización, y achaca el otro sesenta por ciento a la mala colocación de la barrera, que no estaba anclada de manera correcta.
El bufete que representó a la víctima, Pispieiro Abogados, detalla, a través de un comunicado, que la indemnización se produce en concepto de resarcimiento por los importantes daños personales causados.
José Luis Villar de la Riera, letrado, subraya que "con esta sentencia se considera a Audasa responsable de las lesiones causadas" porque "la citada bionda no contaba con la tornillería de sujeción preceptiva". "Este fallo de seguridad en la infraestructura de la autopista fue el causante de un desprendimiento de una sección de la bionda, lo que supuso que el resto de la barrera se introdujese en el vehículo", añade el despacho.
Considera que "las lesiones producidas son consecuencia directa e inmediata de la negligencia de la concesionaria demandada en la colocación, conservación y anclaje de las biondas o barreras metálicas con las que colisionó el vehículo conducido".
