El informe de la autopsia al cuerpo de la mujer asesinada en Crecente (A Pastoriza) por su marido, que después se suicidó, revela que presentaba varios cortes efectuados con un cuchillo, uno de los cuales le causó la muerte. Según el informe forense, en el cuerpo de la víctima mortal, Manuela Iglesia, había varios impactos de un instrumento cortante, entre el tronco y y el cuello, así como en las manos. La cuchillada mortal fue, según la autopsia, una que le impactó en un costado.
El primer informe de la inspección ocular efectuado por la Guardia Civil indicaba que la muerte había sido, supuestamente, por un golpe en la cabeza. De hecho, la mujer tenía marcas de violencia en la cara, pero la gran cantidad de sangre que había en la estancia ocultaba el resto de lesiones, que finalmente se constataron en la autopsia.
En la cocina también había sangre del hombre, Hortensio Ónega, que se habría intentado quitarse la vida primero cortándose las venas (en el escenario del crimen aparecieron cuatro cuchillos ensangrentados) y que luego, pese a sus problemas de movilidad y sus problemas de salud, logró subir al piso superior y tirarse por la ventana.
