El 'balconeo' tiene horarios en Sada

Este concello coruñés ha restringido las celebraciones en terrazas y ventanas a 30 minutos al día salvo el domingo, que añade una "sesión vermú". El fin es conciliar fiesta y descanso, aunque no habrá multas
Un balcón vacío. RAFA FARIÑA
photo_camera Un balcón vacío. RAFA FARIÑA

Todos los días de 20.00 a 20.30 horas y los domingos también de 14.00 a 15.00. Estos son los horarios que el Ayuntamiento de Sada ha establecido para el balconeo, el término que el confinamiento ha puesto de moda para referirse a las celebraciones vecinales en ventanas y terrazas para hacer más llevaderas estas fechas.

Foto_BenitoLo que ocurre es que estas manifestaciones espontáneas derivan no pocas veces en música y voces a volúmenes que pueden llegar a ser molestos, "especialmente para quienes tienen a un familiar en el hospital o, peor aún, aquellos que han perdido a alguien cercano y que están viviendo un drama", resalta el alcalde de Sada, Benito Portela (Sadamaioría). Por eso hace un llamamiento al "respeto" y a la "empatía" con el prójimo para que las risas y los cantos puedan conciliar con el duelo y el descanso.

"Los ciudadanos tienen derecho a hacer fiestas en balcones, que además me parecen una actitud realmente positiva ante el confinamento y están estrechando vínculos entre vecinos como nunca antes, pero al mismo tiempo debemos garantizar también el derecho de los vecinos que, por la circunstancia que sea, quieren descansar y no ser molestados", explicó el regidor a este medio.

Bajo estos preceptos, el Ayuntamiento acordó fijar el tiempo de animación en treinta minutos diarios, que arrancan con el ya tradicional aplauso a los sanitarios en todo el país. Y la jornada dominical suma una hora extra, la dedicada a la "sesión vermú", en palabras del propio alcalde, que aclara que esta medida se enmarca dentro de una recomendación municipal y que "en ningún caso es una prohibición".

Por tanto, no se acudirá a medidas punitivas sino a la "concienciación vecinal", la mejor receta, según Portela, para sobrellevar estos días de obligado encierro. "La gente puede estar tranquila, que no vamos a multar, porque con la ley en la mano, más de uno supera los decibelios permitidos", bromea.

"A VECES SE VA DE LAS MANOS". El chascarrillo del alcalde lo refrenda el abogado sadense Jorge Couso, que cree que "el problema es que a veces la fiesta se va de las manos". "Algunos empiezan a las 5 o 6 de la tarde y están hasta medianoche con música, incluso cantando con micrófonos y a un volumen que parece esto la Pelícano", cuenta. Por ello se muestra partidario de implementar ciertas restricciones "para que la gente que tenga que teletrabajar o simplemente quiera descansar, pueda hacerlo".

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