Los bancos de leche materna en Galicia no corren peligro pese al confinamiento

Las entregas de donaciones se retomarán este mes y el abastecimiento no está en riesgo
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photo_camera Diana Luque compone el equipo del banco junto a la neonatóloga Olalla López y la TCAE Trini González

El Covid-19 no pone las cosas fáciles, pero tampoco logra frenar la solidaridad. La donación de leche materna es un ejemplo. Hasta que se alivien las medidas preventivas, permanece congelada. Literalmente. En cuanto se decretó el confinamiento de la población, las responsables del banco de leche del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago informaron a las donantes de que debían almacenar bajo cero todo lo extraído hasta que pudiera volver a recogerse, tarea que se reanudará durante este mes. No obstante, la proverbial capacidad de previsión de las madres gallegas permite que no haya apuro. "Hay muchísimo stock", certifica la matrona del banco de leche compostelano, Diana Luque.

En realidad, la congelación de las dosis de las lactantes justo tras su extracción es el procedimiento habitual, explica Luque. Lo único que ha cambiado a causa de la epidemia es el plazo de entrega. Si antes se efectuaba cada tres semanas, la espera a causa de las restricciones de movimiento se alarga ya casi dos meses.

En Galicia hay dos bancos de leche, uno en la capital y otro en Vigo. El primero, puesto en marcha en mayo de 2016, es el encargado de recibir, pasteurizar y distribuir las donaciones para las áreas sanitarias del norte: Santiago, A Coruña, Ferrol y Lugo. El de la ciudad olívica hace lo propio con las del sur —Vigo, Pontevedra y Ourense—. En su caso, anunció recientemente que, para una mayor seguridad, las entregas pasarían a realizarse en la zona de aparcamiento del hospital, sin necesidad de que se apearse del vehículo. Esta será una de las medidas que también incorporará el banco de Compostela. El objetivo es evitar riesgos tanto para la donante como para los bebés, las madres y los profesionales de la unidad de Neonatología de Hospital Clínico de Santiago, que es donde se localizan sus instalaciones. Asimismo, la fecha de entrega se establecerá mediante cita previa.

Otra de las decisiones adoptadas es la «exclusión temporal» de aquellas donantes que hayan tenido "contacto" con casos positivos de coronavirus

Otra de las decisiones adoptadas es la «exclusión temporal» de aquellas donantes que hayan tenido "contacto" con casos positivos de coronavirus. Aunque el equipo del banco realiza las pertinentes comprobaciones, por el momento parece una pauta más teórica que práctica, puesto que en el área de Santiago "no hemos tenido un solo caso", subraya la matrona.

En estos cuatro años, el banco de Santiago ha atendido a más de 380 neonatos. Los criterios para que reciban leche donada es que se trate de bebés prematuros de menos de 32 semanas o con un peso inferior a los 1.500 gramos, detalla Luque. Otros candidatos son los prematuros tardíos con crecimiento intrauterino retardado y los bebés que nacen con depresión respiratoria o que han sido sometidos a cirugía abdominal. La importancia de esta nutrición, recalca la también secretaria de la Asociación Galega de Matronas, estriba en que la leche de fórmula es de origen bovino. En cambio, la leche materna aporta "proteína humana", así como un gran regalo de anticuerpos. Aparte de prevenir enfermedades no solo digestivas, sino también factores de riesgo cardiovascular e infecciones nosocomiales, la leche materna mejora la tolerancia digestiva y eldesarrollo psicomotor.

A lo largo de su estancia hospitalaria, los neonatos consumen de media unos cuatro litros. Pero, a pesar del parón obligado, no hay peligro de desabastecimiento. Hay 30 litros ya pasteurizados y más de 80 en crudo, detalla Luque. Hay generosidad en las madres gallegas. Son unas cuarenta las donantes "activas" actualmente. Desde 2016, superan las 260.

Generated by  IJG JPEG LibraryEn Lugo, aún no son muchas. "Hay mujeres que ya nos habían comentado la posibilidad de ser donantes", pero el hecho de tener que ir a Santiago para materializarlo "echa un poco para atrás", confirma la supervisora de la unidad de Neonatos del Hospital Lucus Augusti, Ana García Feijóo, quien informa de que, sin embargo, la situación podría cambiar en el plazo de un año.

Hasta entonces, se desarrollará un estudio de las necesidades y las posibilidades del centro lucense. En función de ello, abunda García Feijóo, caben dos opciones: pasar a ser también un punto de recogida de donaciones o, incluso, habilitar un espacio para la pasteurización de la leche sin salir de Lugo.

García prefiere no adelantar acontecimientos y seguir observando la evolución de un banco receptor cuya actividad apenas se remonta a febrero, pero que está bien engrasada. Cada martes, se manda un pedido online al banco de Santiago con un promedio semanal de 3 litros, aunque desde hace un mes la demanda ha descendido. Hay menos niños. El último día de abril solo descansaba uno en la unidad, aunque casualmente alimentado con leche donada.

¿Cómo donar? Una entrevista personal y análisis
Para ser donante, la candidata ha de pasar una entrevista —que a la postre es casi un taller de preparación—, distintas analíticas y la firma del consentimiento. Es un proceso presencial que, en el norte de Galicia, solo puede realizarse en Santiago y A Coruña.
Excedente
"Nos gusta esperar a que el niño tenga un mes", dice Luque. Es cuando se sabe que la lactante produce un excedente y que el cuerpo tampoco ha ajustado la cantidad a la descendencia, lo que ocurre al tercer mes. Se suelen extraer unos 50 mililitros al día.

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