El teniente alcalde de Lugo, el nacionalista Antón Bao, ha culpado hoy al retraso acumulado en las labores de limpieza de la Muralla de Lugo del derrumbamiento que se produjo hace unos días en el monumento, en un nuevo tramo del paseo interior, en las inmediaciones de la Plaza do Cantiño.
En rueda de prensa y a preguntas de los periodistas, Bao subrayó que "es evidente que los retrasos que acumula la limpieza acaban provocando fragilidad", especialmente "en una construcción de este tipo, por la forma en la que está hecha y la antigüedad que tiene".
En la misma línea, recordó que la vegetación nace entre las piedras de los lienzos de la Muralla romana, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y esa circunstancia acaba por "provocar presión, como ocurrió en este caso", lo que facilita el derrumbamiento.
En ese sentido, volvió a solicitar que "avancen más rápido las labores de mantenimiento", para garantizar la "solidez de la muralla" y evitar que se produzcan más episodios de este tipo.
Bao reconoció que al Gobierno local de Lugo le preocupa "absolutamente todo" lo que le pase a la Muralla, como elemento principal del "patrimonio arqueológico y cultural del municipio", y confió en que se confirme la información facilitada por la Consellería de Cultura y ese derrumbamiento no suponga consecuencias graves para el monumento.
Asimismo, espera que el trabajo de los técnicos del departamento autonómico, con cargo al programa de mantenimiento de la Muralla -aprobado el pasado año-, sirva para que no queden "mayores desperfectos" en el monumento una vez terminadas las obras de rehabilitación.
