El buque ruso Sevmorput, uno de los pocos mercantes del mundo propulsados por carga nuclear, pasará la próxima semana a solo unas millas de Fisterra en su viaje de regreso a San Petersburgo tras sufrir una avería en Angola. Este hecho ha generado preocupación entre las autoridades marítimas españolas, hasta el punto de que la Dirección General de Marina Mercante ha elaborado un informe sobre el barco y sigue con lupa su recorrido. Desde Rusia aseguran que no hay peligro y España no pone en entredicho al Kremlin, pero prefiere prevenir.
El citado departamento estatal, dependiente del Ministerio de Transportes, ya está con la vista fijada en el Sevmorput. De hecho, Salvamento Marítimo procedió durante la pasada noche a la evacuación por enfermedad del capitán del buque.
Según han informado a Europa Press fuentes del organismo estatal, fue pasadas las 18.30 horas de este miércoles cuando el buque, que se encontraba a unas 35 millas al este de Fuerteventura, solicitó la evacuación urgente del capitán por enfermedad, ya que los médicos vieron necesario su traslado hasta un centro hospitalario.
Así, pusieron rumbo a la zona el avión Sasemar 101 y el helicóptero Helimer 202, siendo este último recurso el que rescató al enfermo sobre las 20.30 horas para dirigirse hasta el Aeropuerto de Gando (Gran Canaria), donde llegó a las 21.50 horas.
Finamente, el capitán fue trasladado hasta un complejo hospitalario de la isla mientras el buque continúa con su trayectoria alejándose del archipiélago
CALMA. Desde la cartera que dirige José Luis Ábalos han hecho un llamamiento a la calma e informan de que no está previsto que el mercante se adentre en aguas nacionales. Asimismo, han contactado con el Consejo de Seguridad Nuclear, pero lo atribuyen más a barajar todas las opciones que al riesgo real de accidente.
El carguero sufrió una avería en las palas de una hélice a mediados del mes de octubre, cuando zarpaba frente al litoral angoleño rumbo a la Antártida, adonde llevaba materiales para la construcción de una estación de investigación marina rusa. Ante la imposibilidad de que los tripulantes subsanasen los desperfectos, el gobierno de Putin ordenó su regreso.
GALICIA, INSALVABLE. En su retorno a San Petersburgo debe navegar frente a Fisterra, un punto inevitable en su camino hacia el golfo de Finlandia.
