Alfonso Basterra valoró quitarse la vida tras la muerte de su hija Asunta

Así se lo comunicó a Rosario Porto en una carta que le entregó un recluso que se trasladó desde el módulo de la cárcel de Teixeiro en el que él estaba hasta el pabellón de mujeres
Alfonso Basterra
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Semanas después de la muerte de Asunta Basterra, su padre adoptivo, acusado del crimen junto a su exmujer, tenía la firme determinación de quitarse la vida. Al menos así se trasladó a Rosario Porto a través de una carta que un recluso, a modo de mensajero, llevó desde el módulo de la cárcel de Teixeiro en el que él estaba hasta el pabellón de mujeres.

"He tomado una decisión respecto a lo que será mi vida. Pleno de sentido común y de tranquilidad y paz interior he de decirte que trataré a la mayor brevedad posible de reunirme con Asunta", le explicaba Alfonso Basterra en una misiva, sin fechar, que hizo pública ayer El Correo Gallego. "Pero no quiero que eso suponga en ti un profundo dolor, más bien al contrario: Quiero y deseo que cuando conozcas la noticia de mi fallecimiento llores, pero de alegría, porque habré cumplido un deseo que llevo analizando desde hace meses", añadía el periodista vasco.

Con asombrosa serenidad, pero evidenciando la profunda depresión por la que atravesaba, Basterra invitaba a su exmujer a que se lo imaginase "por fin feliz, al lado del pajarito [como llamaban a Asunta], de mi Peponcita a la que tanto añoro". "Porque sé que mi vida en libertad sin ella sería imposible. Y ya que no la pude socorrer cuando más me necesitó, justo es que sea yo el que ahora corra a su lado", continuaba el padre de la niña, que habría escrito la carta en una de sus etapas en la enfermería del penal, a la que llegó fruto de su abatimiento cuando todavía tenía siempre consigo a un ‘preso sombra’ con el cometido de evitar que se autolesionase.

La carta sale a la luz a tres semanas de que comience el juicio en la sede compostelana de la Audiencia de A Coruña.

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