Un vecino de la parroquia de Ousá, en Friol, cedió de forma voluntaria al Ayuntamiento más de medio centenar de perros con los que vivía en su finca. La situación de insalubridad de los animales motivó denuncias vecinales y obligó a la intervención de agentes del Seprona y de personal de la Consellería de Medio Ambiente para buscar una solución.
Su entrega al Concello facilita que pasen a ser supervisados por la Clínica Veterinaria Friol, con la que tiene un convenio la entidad municipal para la recogida de animales. Los responsables de la clínica contabilizaron 37 canes y varias camadas, que fueron sometidos a una supervisión general con el fin de concretar que no tuviesen ninguna herida.
También se comprobó que no estuviesen desnutridos, pero no se encontraban en un espacio zoológico adecuado para su elevado número. Algunos de los animales fueron trasladados a la clínica para su desparasitización.
"Comezamos polos cachorros, que son os máis vulnerables, para evitar que collan algunha enfermidade parasitaria e para poñelos en adopción. Xa trouxemos catro ao centro”, comenta la veterinaria Rebeca Corral.
La mayor parte de los perros aún sigue en la finca hasta su traslado al centro veterinario. Las hembras permanecen en un espacio diferenciado y cerrado "para que non se produzan novos embarazos" y se procederá a su esterilización, algo que ya se hizo en el caso de un ejemplar. "Son outra das nosas prioridades. Os últimos en ser tratados serán os machos adultos", agrega Corrral.
Los responsables de la Clínica Veterinaria de Friol proyectan la creación de un centro para animales abandonados en el municipio, "xa que, por desgraza, cada vez aparecen máis", precisa Rebeca Corral.