Calidez africana para las escuelas gallegas

Siete jóvenes de Uganda y Kenia estrenan como auxiliares de inglés un programa de intercambio en colegios de A Coruña, Vigo y Ourense

Jessica (derecha) junto a Calima Fernández y otras dos auxiliares. EP
photo_camera Jessica (derecha) junto a Calima Fernández y otras dos auxiliares. EP

"Aquí llueve mucho", bromea Kevin Thang'wa cuando se le pregunta qué es lo que más le ha sorprendido de Galicia. Kevin es uno de los siete jóvenes que participan en el Training Exchange in East Africa Project, un programa piloto de cooperación internacional para el intercambio formativo entre estudiantes de Kenia y Uganda que este curso se ha estrenado en siete colegios concertados de Vigo, A Coruña y Ourense. Allí, estos universitarios de último curso o recién graduados colaboran como auxiliares de conversación en inglés y, a cambio, reciben preparación como docentes, se forman en emprendimiento y mejoran sus conocimientos de lengua y cultura española. Ello incluye aprender que el invierno gallego no suele cumplir con el tópico turístico español de sol y terraza.

Kevin, que viene de Nairobi, la capital keniata, es valiente y se atreve a mezclar el inglés con el español durante la entrevista. Este último lo emplea fundamentalmente para destacar los aspectos positivos de su encuentro con Galicia, que comenzó en febrero y se extenderá hasta finales de junio, cuando lleguen las vacaciones de verano al colegio coruñés Fogar de Santa Margarida. Esto es, para resaltar que "la gente aquí es muy simpática" y que le encanta explorar la gastronomía local, en especial el pulpo a la plancha y un plato que, atendiendo a su descripción, probablemente se trate de un suculento cocido.

A Kevin le ayudan en su aprendizaje las clases que recibe por la tarde en la Escuela Oficial de Idiomas, aunque también su convivencia con otros usuarios de la residencia en la que se aloja gratuitamente. "Allí puedo interactuar mucho durante el almuerzo, la cena y el desayuno", explica Kevin continuando con su particular spanglish, con el que añade que en este breve tiempo ya ha podido hacer un par de amigos.

Kevin Thang’wa, en el Fogar de Santa Margarida.Estas lecciones de español, para las que los siete jóvenes cuentan con exenciones, son la única participación pública en una iniciativa cuyos gastos se han sufragado esencialmente con donaciones, según explica la coordinadora del proyecto, Belén Rodríguez. "Algunos billetes de avión los abonaron los estudiantes, otros a través de microdonaciones de particulares. Los seguros los pagan los centros educativos, que también les dan una asignación para gastos", informa Rodríguez, que también es asesora jurídica de la Confederación Española de Centros de Enseñanza (Cece) en Galicia y miembro de la junta directiva de la ONG Acción Solidaria de Galicia (Asdegal), que son las entidades que participan en el programa.

Desde esta posición, Rodríguez se convirtió en la canalizadora de un proyecto que comenzó el pasado julio, cuando trabajaba como cooperante en Uganda. Allí contactó con universidades del país y de Kenia para proponerles un proyecto que a continuación requirió la creación de "redes voluntarias" con familias y colegios para acoger a los estudiantes, además de la consiguiente gestión de documentos, obtención de fondos, etcétera.

La jefa de estudios del colegio Andersen de Vigo y cocreadora del proyecto, Calima Fernández, destaca que este espíritu solidario trasciende la puesta en marcha del plan. "Desde el primer momento todo el mundo ha colaborado con ella", apunta sobre Jessica Namata, la joven ugandesa que ejerce como auxiliar de conversación nativa en educación infantil, primaria y secundaria del centro. Un ejemplo, expone, es que los padres de los alumnos arrimaron el hombro para donarle ropa de invierno, puesto que a ella también le pillaron desprevenida las ciclogénesis gallegas. La información meteorológica parece un punto a mejorar de cara a ediciones futuras.

Las exenciones para la Escuela Oficial de Idiomas son por ahora la única ayuda pública de un proyecto que se financia con donaciones

Si Kevin se atreve con el castellano, Jessica, que fue la primera en llegar, en diciembre, proveniente de Kampala, ya deja caer un "bos días" en gallego. La vocación para expandir conocimientos acerca de otros países fue lo que llevó a esta graduada en español a enrolarse en una aventura que considera ideal para "despertar la mente" y "abrir África a Europa y viceversa". "Con frecuencia, no podemos aprender o descubrir cosas hasta que nos movemos», reflexiona a propósito de su experiencia en la ciudad olívica, que vaticina que puede darle "para escribir un libro".

Patricia Zapata, profesora de inglés en el Fogar de Santa Margarida, asevera que la aportación de estos auxiliares trasciende lo estrictamente didáctico. "Estuvo toda una hora explicando diferentes aspectos de la cultura de su país: sus costumbres, sus tribus, Nairobi... Los alumnos estaban encantados, y yo también", relata sobre una de las clases que impartió Kevin, de quien valora asimismo su disposición alegre y el don de gentes con el que se ha ganado el favor de los estudiantes, desde primaria hasta Bachillerato, a quienes ofrece un incentivo extra para atender en el aula. "Yo no les mandé tomar nota y ellos mismos escribían en otra libretita cosas que les parecen interesantes de Kenia", enfatiza Zapata, que señala que ha propuesto "traer a tres como Kevin" el año que viene y cubrir así las necesidades de práctica de inglés de todos los niveles del centro herculino.

Jessica Namata en el colegio Andersen."CAMBIAR EL MUNDO". Pero el beneficio es recíproco. Kevin comenta que aprender cómo funciona el sistema educativo en España le servirá para sus planes de futuro. Titulado en relaciones internacionales con especialización en resolución de conflictos y psicología, pretende levantar en Kenia un centro deportivo para jóvenes talentos, con el fin de promover sus capacidades y, por último, fomentar la concordia. "Unir paz y deportes", sintetiza, antes de afirmar que, "cuando los jóvenes crecen haciendo deporte, crecen con la idea de ser pacíficos", como parte de una misma comunidad.

Jessica también cita aspiraciones elevadas. "Quiero profundizar en la carrera docente y en las vías para mejorar el sistema educativo, porque creo que la educación es la clave para el desarrollo, como dijo Mandela", apunta la joven, que entre sus metas contempla la construcción de escuelas para niños —y profesores, agrega— y, por otro lado, la gestión de una granja y la creación de vínculos comerciales entre Uganda, Kenia y España. "La mejor forma de arreglar un país es con la educación, y la solución para África tiene que venir desde los africanos", remarcaba Belén Rodríguez en la presentación de este proyecto, que calificaba como "una pequeña manera de contribuir a cambiar el mundo".

Llegar a 10.000 escolares gallegos
"Nuestra previsión es que el próximo curso puedan participar 30 universitarios en otros tantos centros y beneficiar a más de 10.000 escolares de Galicia", avanza Belén Rodríguez, que indica que hará falta más financiación "pública y privada".
Calima Fernández añade entre las posibles mejoras la agilización de los trámites burocráticos. "Los visados son muy difíciles de gestionar, ya que en Uganda no hay embajada española. Tienen que ir a Kenia en un bus que tarda doce horas y cuesta un montón de dinero", dice.

Comentarios