Carlos del Álamo: ''La única prevención posible del fuego es que no haya incendiarios''

Convencido de que una parte importante de las Fragas do Eume que fue afectada por el fuego estos días "se va a regenerar con rapidez", el decano de los ingenieros de Montes de España, Carlos del Álamo, insiste en la necesidad de generar en Galicia una auténtica economía forestal.

Pregunta: Pese a que el fuego está afectando en España a zonas inusuales, en Galicia se repiten. ¿Quién quema el monte y por qué?
Respuesta: Es la pregunta del millón; el hecho de que un gran porcentaje de incendios se repita en las mismas zonas indica una intencionalidad recurrente. Desde nuestro punto de vista, en la aparición de los fuegos tiene mucho más peso el factor humano que el propio monte. No se puede eliminar la vegetación, siempre va a haber un riesgo. En cambio, lo que sí se puede evitar es la acción humana, tanto la intencionada como la negligencia. Ahí hay que actuar.

P: ¿Es partidario de endurecer las penas existentes?
R: Nos parece interesante sobre todo reforzar la respuesta patrimonial al daño causado. Además del coste directo de apagar el fuego (horas de helicóptero, brigadistas...) está el daño a la biodiversidad. Hay una responsabilidad y se debería aplicar el principio de ‘el que contamina, paga’.

P: El Colegio de Ingenieros de Montes ha propuesto una tasa ambiental. ¿Cómo actuaría?
R: Nosotros hemos hablado de introducir los servicios ambientales del monte en la economía de mercado, en el sentido de crear bonos forestales de un bosque bien conservado, como acciones de las empresas. Hay fórmulas varias en Estados Unidos o Australia que podrían aplicarse aquí, como un modo de compensar a los propietarios de montes a los que les afecta por ejemplo una obra pública. Ellos aportan un servicio, todos vamos al monte de recreo y es un sumidero de carbono muy importante.

P: ¿Es necesario un cambio de mentalidad para valorar el monte?
R: Hay que cambiar dos cosas. Por un lado, la mentalidad de quienes cometen negligencias y maltratan la naturaleza; y por otro, hay que profundizar en la cultura forestal, porque se está implantando la idea —quizá por influencia de Walt Disney— de que cortar árboles es malo, y no es ni bueno ni malo, es normal. Es necesario tener bosques activos en etapas juveniles, hay que cortarlos y regenerarlos para garantizar su pervivencia.

P: Su homólogo del Colexio de Enxeñeiros Técnicos Forestais cree que no se puede gastar tanto en prevención porque sería como poner ambulancias en cada curva para evitar accidentes. ¿Lo comparte?
R: Discrepo cordialmente, la única prevención posible es que no haya incendiarios, y cuando hay una intencionalidad alta tienes que tener medios de extinción; incluso hay quien dice que son escasos. Por otro lado, creo que vincular la aparición de los incendios a los recortes es bastante peligroso. Son cuestiones difíciles, que se pueden percibir de diferentes maneras, pero creo que Galicia cuenta con el mejor servicio contra incendios.

P: En el caso de las Fragas do Eume, ¿pudo haberse evitado?
R: Un parque natural es un espacio donde se deja que la naturaleza evolucione sin interrupción humana prácticamente, no caben críticas por no actuar. No soy pesimista respecto a su recuperación, las zonas incendiadas en Galicia se regeneran mucho antes de lo que sucede en la Meseta o en el sur.

P: ¿Habría que incidir en instrumentos como el uso de la biomasa?
R: Me parece capital generar una economía forestal que haga el monte rentable, porque así llama la atención y nos ocupamos de él. Un monte abandonado es como una empresa que echa el cierre, entra en riesgo. Como energía renovable, la biomasa puede matar varios pájaros de un tiro, ya que estamos hablando de aprovechar el monte, luchar contra el cambio climático, generar empleo y evitar incendios. Social y ambientalmente es la renovable más útil, y es estratégica para Galicia.

"SIEMPRE SE ECHA ALGO DE MENOS, PERO YO YA HICE LA MILI POLÍTICA"
Carlos del Álamo ocupó cargos en el Ministerio de Medio Ambiente y fue conselleiro de esa área entre los años 1997 y 2003, y se vio afectado por la crisis del Prestige.

P: ¿Echa de menos la política activa?
R: Siempre se echa algo de menos, pero le aseguro que yo ya hice la mili política. Hice esa etapa de servicio público y ahora estoy encantado con lo que hago, con la actividad empresarial y con la colegial. Son etapas de la vida muy interesantes, que dan una visión de conjunto desde las dos orillas.

P: ¿Sigue la actualidad política gallega? ¿Qué le parece?
R: Sí la sigo. Ahora las circunstancias son más difíciles, aunque hay cosas que se repiten siempre porque son consustanciales a las sociedades. En estos momentos gobernar me parece más difícil, por la escasez de recursos y el exceso de demandas; es muy complicado satisfacer a todo el mundo. La crisis hace que los gobiernos tengan más dificultades y todo vaya más deprisa; se acelera mucho la política, por ejemplo para deshacer unos gobiernos y poner otros.

Comentarios