Condenados dos marineros del cerco por agredir a policías durante las protestas de 2014

Pactaron con la acusación una pena de año y medio de cárcel ► Deberán indemnizar a los agentes que resultaron lesionados con 6.500 euros
Varios de los dieciseis marineros de cerco condenados por los disturbios de 2014, rodeados por compañeros a las puertas del juzgado
photo_camera Varios de los dieciseis marineros de cerco condenados por los disturbios de 2014, rodeados por compañeros a las puertas del juzgado

Dos personas han sido condenadas a un año y medio de prisión, además de a sendas indemnizaciones de 6.500 euros, por agredir a "varios policías" durante las protestas del sector del cerco que se registraron en marzo de 2014 en Compostela. Según apunta el Sindicato Unificado de Policía (SUP), el Juzgado de lo Penal número 2 de Santiago ha publicado la sentencia firme sobre la denuncia presentada por el sindicato policial, que se personó en este caso "en defensa de los agentes".

El SUP recuerda que "los agresores han resultado condenados por los delitos de atentado a agente de la autoridad y de lesiones" con penas de un año y seis meses de prisión y 6.500 euros de indemnización por lesiones.

Los hechos acontecieron el 11 de marzo de 2014, cuando se celebró una manifestación de los pescadores del sector del cerco en Santiago de Compostela por las calles del centro de la ciudad en las que se destrozó diverso material urbano y se llegaron a quemar contenedores. En dicha jornada, los trabajadores del cerco trataron de acceder a las inmediaciones del Parlamento de Galicia, situado en la Rúa do Hórreo, que se encontraba protegido por miembros de las Unidades de Intervención Policial (UIP). Allí se produjo un enfrentamiento entre parte de los manifestantes y miembros de la Policía, de los cuales varios resultaron lesionados y "causaron baja para el servicio".

Dicha condena es fruto de una conformidad derivada de un acuerdo entre la defensa de los acusados, el ministerio fiscal y la acusación particular ejercitada por el SUP, habiendo reconocido los acusados los hechos que les fueron imputados.

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