Condenan a 58 años al matrimonio acusado del doble crimen de Lalín

La Audiencia Provincial de Pontevedra ha condenado a 58 años de prisión al matrimonio acusado de matar a su hija en el hogar familiar de Lalín en 2010 y de incendiar la casa, lo que causó la muerte a un anciano trabajador que vivía con ellos y casi acabó con la madre de la condenada y el hijo de aquella, afectado de síndrome de Down.

La sentencia se centra en analizar la implicación del hombre, J.M.R., pues la mujer, C.R.L., había asumido la culpa en exclusiva.

En ese sentido, los magistrados señalan las múltiples contradicciones en el relato, entre ellas una que atañe a uno de los detalles más llamativos del trágico suceso, como es el de que ambos se hubiesen lanzado al depósito de purines.

En ese sentido, la sentencia destaca que una semana antes del suceso se había ordenado limpiar la fosa, de la que, según el empleado que testificó en el juicio, se habían retirado "60 cisternas", lo que provocó que la profundidad máxima del depósito no llegase a 1,40 metros.

En la misma línea, la resolución recoge toda una serie de incoherencias en las declaraciones que lleva a los magistrados a concluir que tanto el marido como la mujer participaron concertadamente en los hechos, entre ellas preparar el incendio de la casa colocando estratégicamente bombonas de butano y mazorcas de maíz para que prendiese -algo que no entienden que pudiese hacer ella sola-, que su dormitorio fuese el más quemado de la casa, a pesar de lo cual ambos afirmaron haber dormido en él y despertarse en mitad del incendio.

Tampoco se explican que el marido asumiese sin dilación que su hija había fallecido, a pesar de la poca luz que había en su habitación, y que no llamase por teléfono. Él aseguró haberlo hecho pero no se encontró teléfono móvil alguno.

Los magistrados señalan que la propia versión del acusado es increíble, porque "habría que concluir que se representó y aceptó el resultado de muerte de los moradores de la vivienda porque, ante una grave situación de riesgo por el incendio causado y conociendo los impedimentos de los ocupantes para salir de la vivienda en llamas por sí mismos, se despreocupó por completo de procurar su auxilio, cuando podía al menos haber alertado a algún vecino".

Los 58 años son el resultado de sumar las penas de asesinato de la hija -18 años- y el trabajador anciano -16-, más 24 años por la tentativa de asesinato de los otros dos moradores.

Los dos únicos supervivientes de esta tragedia ya se encuentran fallecidos.

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