Un conductor se entrega en Santiago tras martillear un radar que lo multó

Tras notar el flash estacionó en el arcén de noche y dañó el cinemómetro, el que más recauda de la ciudad. Su arrebato de ira le puede salir caro: a la multa de velocidad añadirá la reparación
Imagen del radar vandalizado este viernes, con el visor inferior estallado por los martillazos del conductor. CRTVG
photo_camera Imagen del radar vandalizado este viernes, con el visor inferior estallado por los martillazos del conductor. CRTVG

El cabreo de un conductor por ser "retratado" por un radar en Santiago lo llevó a parar su coche en el arcén, de noche, y, ni corto ni perezoso, emprenderla a martillazos con el cinemómetro, fracturando uno de los dos visores del aparato. Ya por la mañana, quizás corroído por la culpabilidad y con la noticia ya corriendo por los medios y grupos de WhatsApp compostelanos, con informaciones que hacían presagiar una pronta identificación del infractor por la presencia de cámaras de vigilancia en la zona, el automovilista acudió a la comisaría de la Policía Local y lo contó todo.

Según informó el alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, el conductor es un vecino de O Milladoiro, que habría relatado a los agentes como, cuando circulaba por este tramo de circunvalación limitado a 50 a la altura del barrio de Conxo y sobre las 2.00 horas, notó el flash del radar –el que más multa de Compostela– y se encolerizó. En cuanto al aparato vandalizado, estaba pendiente de ser examinado por técnicos porque, aunque seguía funcionando, la rotura del vidrio en uno de sus visores podría afectar a las fotografías tomadas a los infractores, las cuales carecerían de toda legimitidad legal. Son, entodo caso, daños superficiales.

A la vista de los hechos cabe preguntarse también por qué el conductor llevaba un martillo a bordo. En caso de registro policial, y de no poder acreditar que lo usa para su profesión o un fin justificado, podría ser susceptible de sanción como arma contundente.

Más allá de esta consideración, el automovilista podría afrontar una cuantiosa sanción a mayores de la de velocidad. Y es que romper un radar fijo se castiga con 40.000 euros si hay que sustituirlo y 15.000 si hay que cambiar la cabina, aunque la escasez de estos casos en los juzgados hace que no haya casi jurisprudencia. Lo que sí parece seguro es que tendrá que abonar la reparación de su bolsillo.

Un radar polémico

Con 2,5 millones de euros en multas al año, este aparato aporta casi el 40% de la contribución de los cinemómetros de Santiago. Su instalación fue una de las primeras medidas del gobierno Xosé Sánchez Bugallo tras tomar posesión en 2019, y llevó siempre colgada la etiqueta de recaudatoria a ojos de la ciudadanía. Se critica su ubicación al salir de un túnel en curva, y no es la primera vez que se producen colisiones por los habituales frenazos prerradar.

Sorprendido en Meaño un camionero sin puntos del carné
La Guardia Civil ha abierto diligencias contra un vecino de Sanxenxo, de 27 años, que circulaba pese a carecer de permiso de conducir tras haber perdido todos los puntos. Una circunstancia que adquiere mayor gravedad al tratarse de un transportista.

Los hechos ocurrieron el pasado lunes, cuando una patrulla interceptó un camión que accedió a una rotonda sin respetar el paso de otro vehículo, en la carretera PO- 550 en el término municipal de Meaño. Al comprobar los datos del conductor, los agentes verificaron que carece de permiso, ya que perdió todos los puntos asignados, por lo que se abrió una investigación por un presunto delito contra la seguridad vial.

Asimismo, también fue denunciado por una infracción grave, a raíz de no ceder el paso en la glorieta. En moto robada en Vigo También carecía de licencia, en su caso por no haberla sacado, un joven de 21 años que manejaba por las calles de Vigo un ciclomotor que resultó ser robado. El vehículo fue visto aparcado por los agentes, que ante la sospecha de que hubiese sido sustraído esperaron la llegada del joven. Cuando lo arrancó, lo cazaron

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