Crespo, tras 1.090 días entre rejas: ''Era normal recibir donativos en efectivo''

El que fuera secretario de Organización del PP de Galicia, Pablo Crespo, presunto número dos de la llamada trama Gürtel, ha mostrado su convencimiento de que quizás la financiación de los partidos ha sido poco transparente ya que en su época "era normal recibir donativos en efectivo" en todos ellos.

Roto su silencio, tras 1.090 días "injustamente encarcelado", en una entrevista que publica este sábado eldiario.es ha indicado que esto (su comenario) "es algo en lo que coincide casi todo el mundo y supongo que, en esa medida, el Legislativo tendrá que regular eso de alguna forma si la actual no parece satisfactoria".

Preguntado por el entrevistador, Crespo acepta que él le entregó 21 millones de pesetas al entonces tesorero nacional del PP, Álvaro Lapuerta, y que no existió un recibo por aquel abono, porque "ambos éramos conscientes de cada una de las posiciones respectivas y no era necesario".

Consultado por los empresarios que entregaron ese dinero, en esta entrevista Crespo se ha mostrado impreciso: "Ha habido donativos de todo tipo. No solo de empresarios. Había donativos de particulares también".

En todo caso, "los hechos a los que se refiere de revestir alguna tipología delictiva, ésta estaría prescrita, por lo tanto el hecho de que yo mencionara a esos empresarios solo serviría para añadir mala fama a gente que lo ha hecho con absoluta claridad en aquel momento para ayudar al Partido Popular".

"Al igual que lo hicieron con el Partido Popular, no le quepa ninguna duda de que lo han hecho con otros partidos políticos".

Preguntado precisamente por si se financian los partidos políticos estrictamente de acuerdo con la ley, ha apuntado: "Yo creo que no. Pero creo que esa es una materia que excedería del ámbito de esta entrevista e incluso del ámbito de determinados temas que yo he de declarar en su día", un juicio que aguarda, ha subrayado, "con muchísimas ganas y miedo ninguno, miedo solo tengo a la injusticia".

Originario de Pontevedra, Crespo ha sostenido que conoce al presidente del Gobierno, el gallego Mariano Rajoy, pero no ha tenido una relación personal con él: "Lo conozco como nos conocemos todos los que somos de una ciudad pequeña. Mi padre tuvo una relación directa con Rajoy en la etapa en la que ocupó la vicepresidencia de la Xunta de Galicia. Concretamente fue su jefe de gabinete".

Crespo, sobre si se siente cabeza de turco, ha destacado que sí se considera un chivo expiatorio "de una operación que nació en los despachos políticos del Ministerio del Interior en el año 2006 y que fue perfectamente planificada por sus ideólogos".

Después de estar en prisión preventiva en relación a su participación en las empresas de la trama de Francisco Correa, y tras su etapa en la cárcel acompañado por esta persona, ha indicado que lo que ha sido allí dentro para Correa "es un apoyo, igual que él lo ha sido para mí. Es la relación de dos amigos en medio de una gran desgracia".

En cuanto al caso Gürtel, la definición que ha aportado Crespo del mismo es la siguiente: "Es el caso de un grupo de empresas que tenían como principal cliente al Partido Popular y que se han visto envueltas en un escándalo de unas dimensiones absolutamente desproporcionadas. Nosotros no somos las empresas Gürtel. Somos un grupo de empresas normales y corrientes, como tantas otras en este país".

Acerca de si siguen existiendo sus empresas, ha asegurado que han sido clausuradas por una orden en su día del juez Baltasar Garzón: "Los trabajadores se han ido todos al paro, muchos de ellos imputados sin ningún tipo de responsabilidad. Bajo la tutela judicial las empresas no existen, por no decir que se les ha causado un importante perjuicio patrimonial".

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