La cría de delfín mular que en esta última semana se dejó ver nadando río arriba en el Eume en una imagen insólita ha tenido un triste destino. Tras ser rescatado y llevado a tierra para valorar su estado y ayudarle a sobrevivir, el cetáceo murió. Es el cuarto ejemplar de esta especie que pierde la vida en Galicia en lo que va de verano, según los datos que maneja la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma).
Conocidos en la comunidad como arroaces, muchos habitan en aguas costeras, donde encuentran el alimento que necesitan. Pero en ocasiones entran en zonas de ría e incluso penetran en los ríos para pescar peces como los múgiles, ajenos a su vulnerabilidad.
El último cachorro de delfín mular fallecido en Galicia apareció el viernes en la Illa de Arousa. Ya no volverá a realizar uno de sus saltos acrobáticos, como tampoco lo hará la cría que el martes sorprendió a turistas en las Fragas do Eume. Hizo las delicias de quienes lo vieron pero su presencia también generó cierto respeto. Ante las llamadas de avisó, el Cemma se acercó para ver su estado e intentar recogerlo. Comprobaron que apenas tenía un par de meses, pero sus intentos de restacarlo fueron en vano dado "lo bien que nadaba y buceaba" para escapar.
Tras observar que pasados varios días no salía del río y que no había rastro en la zona los otros individuos avistados también el martes, decidieron volver a intentarlo este viernes "ya como acción de emergencia", cuenta desde la ONG con sede en Nigrán.
Gracias a la ayuda de un grupo de jóvenes que entrenaban con sus piraguas en el Eume y tras varios intentos, finalmente fue posible coger el arroaz y llevarlo a tierra en una camilla para valorar su estado. Los profesionales del Cemma constataron que era una hembra "muy pequeña todavía, totalmente dependiente de su madre", que falleció en el traslado. Desafortunadamente, no logró volver por sus propios medios al mar aprovechando una de las mareas bajas.
ANTECEDENTES. Era la primera vez que recibían un aviso por la presencia de un cachorro de delfín mular en las Fragas do Eume. Sí se habían visto golfiños por ejemplo en el río Verdugo en Vigo o en el Lérez a su paso por Pontevedra. El Bottlenose Dolphin Research Institute (BDRI) también detectó el acceso de arroaces en el Ulla.
Esta especie puede alcanzar velocidades de hasta 50 kilómetros por hora. Son grandes buceadores: llegan a bajar más de 200 metros pero no suelen sobrepasan los 30.
