Agentes del Servizo de Gardacostas de Galicia, dependiente de la Consellería do Mar, decomisaron en los últimos días 1.950 cacharros de pulpo -aparatos de uso prohibido en la comunidad- que contenían, en total, 166 kilos de este cefalópodo.
Según informa la Xunta, fueron interceptados en un operativo realizado en aguas exteriores a la altura de A Guarda que se enmarca en el conjunto de los controles que efectúa diariamente este cuerpo para evitar la extracción y comercialización ilegal de productos del mar.
La Consellería recuerda que hay una veda en vigor desde el pasado 20 de mayo hasta las 5,00 de la mañana del 4 de julio -el próximo lunes-, la cual prohíbe expresamente la captura del pulpo con la finalidad de "ajustar la gestión pesquera a su ciclo de vida y así proteger su reproducción, al tiempo que se contribuye a una explotación más sostenible".
Además, la Xunta recuerda a la ciudadanía que el consumo de marisco extraído y comercializado ilegalmente puede suponer un riesgo para la salud, al no haber pasado ningún control que lo avale.