Un vecino de A Coruña se marchó de su casa con la comida en el fuego y cuando volvió se encontró con la casa todavía cerrada, pero con la olla lejos de la cocina tras la actuación de los bomberos.
Ayer a mediodía una persona avisó a la Policía Local y de A Coruña y a los bomberos de la existencia de humo en una vivienda situada en la calle Emilio González López, en el barrio de Os Rosales.
Varios efectivos se desplazaron a la zona y llamaron varias veces al timbre, aunque nadie les contestó y tuvieron que abrir la puerta desde fuera para comprobar el origen del humo.
Ya en el interior se dieron cuenta de que no había nadie en casa, aunque encontraron una olla en el fuego con restos de comida dentro, que estaban quemados y desprendían abundante humo en lo que debería haber sido la comida de los propietarios de la vivienda.
Entonces los bomberos apagaron la cocina y retiraron la olla de la zona que todavía estaba caliente para evitar daños mayores, según explica la Policía Local en un comunicado.
Los efectivos abandonaron el lugar y dejaron la vivienda nuevamente cerrada sin que hubiese aparecido en todo ese tiempo ninguna persona responsable.
La sorpresa tuvo que ser mayúscula cuando llegó el propietario y se encontró la casa cerrada, aunque en cuanto entró pudo observar que alguien había estado allí solo para evitar un incendio que, sin duda, la habría quitado las ganas de comer.
