La demanda agota las opciones de viajar en tren en agosto desde Galicia

Imposible ir de Santiago a Bilbao en todo agosto. Renfe, sin opciones de activar refuerzos
Viajeros en una estación gallega. TVG
photo_camera Viajeros en una estación gallega. TVG

La fuerte recuperación del turismo pospandemia, las cifras récord de peregrinos que arriban a Santiago y el tirón del Ave entre Madrid y Ourense han disparado la demanda de plazas para recorridos de larga distancia en tren. En la tarde del miércoles, era imposible adquirir un billete en la web de Renfe para viajar desde la capital gallega hasta Barcelona al menos hasta el día 25 de agosto, cuando quedaban billetes a la venta con un tiempo de conexión de 8 horas y 55 minutos y un coste de entre 114,55 y 127,3 euros.

En esta línea -que conecta A Coruña con la ciudad condal-, quienes quisieran desplazarse a León desde Compostela tenían que esperar al menos hasta el próximo martes para encontrar plazas disponibles. Por no hablar ya de las nulas opciones de viajar a Bilbao en todo el mes. En este caso, la supresión de la conexión directa entre Galicia y País Vasco en 2020 obliga a realizar trasbordos en Miranda de Ebro, por lo que los viajeros dependen de la disponibilidad de plazas en la conexión con la Meseta. En las tensiones en la oferta, también influye la decisión del operador de suprimir definitivamente tras la pandemia los trenes hotel Galicia-Barcelona (con ramales a Vigo y A Coruña) y Galicia-Madrid (con fin de trayecto en Pontevedra y Ferrol).

En declaraciones a AGN, fuentes de Renfe ratificaban el miércoles que no se contempla establecer refuerzos en las conexiones de larga distancia porque "todo el material rodante disponible está funcionando".

En un escenario en el que el que la opción de desplazarse en coche ha perdido atractivo al resultar el combustible un 30% más caro ahora que en 2021, en tanto que los precios y las huelgas también restan enteros al transporte aéreo, ayer varios usuarios expresaban su descontento a la TVG en la estación de A Coruña por la escasez de plazas para moverse en tren al tiempo que reclamaban un aumento de las frecuencias al menos en verano. "Venimos de Barcelona y tuvimos que tomar un avión porque no había disponibilidades de tren", refrendaba un viajero.

Todo ello se suma, a nivel interno, al retraso de Talgo en la entrega de los trenes Avril, que estaban llamados a recortar los tiempos de conexión entre A Coruña, Vigo y Santiago este verano al ser de ancho variable y muy alta velocidad y que, además, tienen capacidad para trasladar a más viajeros.

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