Una publicación del Fondo para la Protección de Animales (Fapas) ha motivado una investigación del Seprona que ha servido para destapar una red fingía ataques de lobo para cobrar indemnizaciones por reses muertas.
Estos ganaderos asturianos supuestamente fingían los ataques para cobrar unos 900 euros por cada uno de sus caballos fallecidos en falsos ataques de lobos de manadas de Galicia y Asturias. De este modo, esta red se benefició ilícitamente de unos 60.000 euros.
Se calcula que en dos años causaron la muerte de unos 170 caballos. En algunos casos llegaron a declarar dos veces la muerte del mismo animal. También utilizaban el ganado para atraer a lobos a zonas donde fueron cazados de forma ilegal.
Los ganaderos actuarían motivados por el incentivo de la compensación económica, que multiplica por tres el precio que obtendrían por vender el caballo vivo.