Nueve detenidos, (siete gallegos y dos colombianos) y 8.000 kilos de hachís incautados es el saldo provisional de la operación contra el narcotráfico desarrollada en las últimas horas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la comarca de O Salnés. Varios meses de investigaciones del Grupo de Respuesta Especial contra el Crimen Organizado (Greco) de la Comisaría de Pontevedra culminaron el martes con un nuevo éxito en la lucha contra el tráfico de sustancias estupefacientes en las Rías Baixas. Un operativo coordinado desde la ciudad del Lérez y en el que participaron agentes procedentes de varios puntos de Galicia cristalizó con la detención en Vilagarcía de David G.C., presunto cabecilla de una organización criminal internacional. El grupo estaría dedicado al transporte de importantes cantidades de hachís a través de la Ruta del Mediterráneo Oriental, el canal que, según sospechan los servicios de inteligencia europeos, surte de droga a células del Estado Islámico (ISIS), empleándola como vía de financiación de sus actividades a través de su posterior venta en los mercados de Israel y de Europa del Este.
Las pesquisas se iniciaron cuando los especialistas antidroga con sede en Pontevedra tuvieron constancia de la presencia de un grupo de gallegos (todos ellos de la comarca de O Salnés) que había conseguido colar al menos un gran alijo, tal vez dos, a través del Canal de Sicilia. Los agentes fueron informados de la llegada de los fardos a las costas libias, pero no pudieron interceptarlos.
Tirando del hilo, el Greco supo que a principios del mes de julio se estaba gestando un nuevo envío de hachís. El presunto grupo criminal gallego, que contaba con al menos una decena de miembros (nueve de ellos fueron detenidos en los últimos días), fletó un velero que se dirigió a aguas de Marruecos, donde recibió 300 fardos de hachís de manos de una organización magrebí que los cargó en su embarcación a través de lanchas rápidas.
A LIBIA Y... ¿A GALICIA? El velero Mar Blue, de bandera española, fue interceptado en el Mar de Alborán y trasladado al puerto de Cartagena. Sus tripulantes, cuatro vecinos de A Illa de Arousa y de sus inmediaciones, fueron detenidos e ingresaron en prisión de forma incondicional. Transportaban los mencionados fardos con un peso total de 8.000 kilos de hachís. La droga estaba destinada, según todos los indicios, a las citadas células relacionadas con el terrorismo yihadista. Sin embargo, los investigadores no descartan que la organización gallega se quedase con parte del alijo, pues el grupo también disponía de lanchas rápidas con las que introducir mercancía a través de las rías.
SALDO FINAL. En total, los agentes arrestaron a siete gallegos (todos ellos de la comarca de O Salnés) y a dos súbditos colombianos cuya vivienda fue registrada en la mañana de ayer. En cuanto al resto de hallazgos (además de las citadas ocho toneladas de hachís), las autoridades policiales se incautaron de diversas cantidades de cocaína para su venta por gramos, vehículos (incluida una embarcación) y abundante documentación que podría ser de gran utilidad para posteriores investigaciones.
MODUS OPERANDI. Los investigadores sospechan que el grupo gallego supuestamente liderado por David G.C., empresario del sector de la hostelería (cuyo negocio, muy conocido, fue objeto de un exhaustivo registro a última hora de la mañana de ayer), mantenía estrechas relaciones con traficantes colombianos y marroquíes, lo que les permitía participar, en el papel de tranportistas, en importantes transportes de hachís, especialmente, aunque no descartan que también se dedicasen a la cocaína.
LOS ÚLTIMOS FLECOS. La Policía Nacional cerró ayer el operativo con los registros de la vivienda de la pareja de súbditos colombianos (en el barrio de Fontecarmoa) y del piso y el negocio del presunto cabecilla. La presencia de las unidades policiales llamó la atención entre los vecinos, que se mantuvieron a la expectativa ante el trabajo de los agentes.
«Que os leven de aquí. Temos fillos e netos e non queremos que veñan con ese veleno», declaró uno de los testigos.
El operativo, liderado por el Greco de la Policía Nacional, contó con la participación del EDOA de la Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera. Pese a la caída del núcleo de la organización, no se descartan nuevos arrestos.
