La Delegación del Gobierno para la Violencia de Género ha confirmado que la muerte de una mujer en A Coruña, cuyo marido, de 54 años, confesó en una llamada telefónica que había sido él quien la había matado, es "un crimen machista". Así lo ha asegurado el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, que este jueves por la mañana ha participado en un acto en Sarria.
A pesar de que desde primera hora la policía activó el protocolo de violencia machista, fuentes próximas a la investigación aseguraban que no se descartaban otras opciones, como las del suicidio asistido, ya que la mujer, María Judite Martins Alves, sufría una enfermedad grave. La muerte se produjo por un arma blanca y fuentes cercanas a la investigación han confirmado que en el domicilio no se encontraron otros signos de violencia.
Los hechos se produjeron el miércoles en torno a las siete de la tarde en la céntrica calle de la Estrella de A Coruña; fue el propio marido de la víctima quien realizó la llamada a la policía en la que aseguraba que acababa de matar a su mujer, de 57 años. El presunto autor del crimen, tras ser detenido, fue conducido al hospital donde ha permanecido a la espera de una valoración por parte del personal médico; de momento todavía no ha pasado a disposición judicial.
Javier Losada ha convocado un acto de repulsa y protesta y de solidaridad con la familia para este viernes a las 10.15 horas frente a la Delegación del Gobierno en Galicia.
Tras esta confirmación, son 22 las mujeres que han sido asesinadas en lo que va de año en crímenes de violencia machista, que se han cobrado también la vida de un menor y han dejado huérfanos a otros catorce.
Según datos del Ministerio de Igualdad, este mes de julio cinco mujeres han muerto a manos de sus parejas o exparejas, igualando la cifra total de muertas a lo largo del mes de junio, hasta la fecha el más trágico de este año.
Fuentes de la Delegación del Gobierno han confirmado que no constaban denuncias previas de la mujer contra el marido. Cuando los agentes se personaron en el lugar del crimen, según las primeras informaciones, la casa estaba en aparente orden y no se detectaba rastro de pelea a simple vista.
