Dura sesión del juicio del Alvia con la muerte de un viajero que iba a la boda del hermano

Han testificado durante esta jornada en el edificio de la Ciudad de la Cultura habilitado para la vista oral tanto su madre como el resto de sus hermanos
Una sesión del juicio por el accidente del Alvia en Angrois. ÁLVARO BALLESTEROS (EP)
photo_camera Una sesión del juicio por el accidente del Alvia en Angrois. ÁLVARO BALLESTEROS (EP)

La sesión de este miércoles del juicio que dirime las responsabilidades del accidente del Alvia registrado el 24 de julio de 2013 en Santiago ha sido especialmente dura al tratar la muerte de un viajero que se desplazaba a Galicia para la boda de un hermano.

Han testificado durante esta jornada en el edificio de la Ciudad de la Cultura habilitado para la vista oral tanto su madre como el resto de sus hermanos, algunos de los cuales se han desmoronado, sobre todo uno, que ha dicho que el pasajero muerto en la tragedia ferroviaria era su "preferido" de entre los miembros de la familia.

Este varón, que recién había cumplido 40 años, viajaba en el tren que descarriló junto a una mujer, que algunos parientes han reconocido como su novia, mientras que otros han hablado de una amiga. En que ella, que sufrió lesiones y padece un trastorno depresivo reactivo, iba a asistir también a ese enlace previsto para el sábado siguiente al siniestro, todos han coincidido.

No se trata esta de una cuestión baladí, y por ello ha hecho varias preguntas la propia magistrada presidenta Elena Fernández Currás, pues ahora mismo el proceso está en una fase civil de evaluación de los daños a las víctimas, indemnizaciones incluidas.

El gallego que perdió la vida y la mujer en cuestión iban a partir de Madrid, donde residían, no se sabe si en la misma casa o no, el viernes; pero finalmente decidieron anticipar el desplazamiento al miércoles, aprovechando los festivos, para así estar más tiempo y ayudar con los preparativos. Él, que trabajaba de comercial, había ido solo, poco tiempo antes, para acudir a la despedida de soltero.

Pese a trabajar en la capital española, este gallego acudía a Galicia siempre que podía, a visitar a su madre, viuda desde hace ahora diecisiete años, a la que estaba muy unido y en cuya casa seguía conservando su habitación y sus enseres, y a ver al resto de familiares y a su núcleo de amigos.
"Era mi hermano preferido", ha dicho, roto en llanto, uno de los testigos. "Era como si viviera en casa, trabajaba en Madrid pero lo veía como algo profesional, más que como vida", ha explicitado otro.

La progenitora asumió los gastos de la hipoteca de la vivienda que poseía en propiedad su primogénito en Madrid.

A mediados de este año está prevista la conclusión del juicio, a la cual seguirá una decisión sobre la responsabilidad penal de los dos únicos encausados, el maquinista Francisco José Garzón Amo y el exdirigente de Adif Andrés Cortabitarte.

El tren descarriló en la curva de A Grandeira por exceso de velocidad.