La empresa minera Edgewater continúa buscando fondos para cumplir con los requisitos económicos para sacar adelante el proyecto extractivo cielo abierto en Corcoesto (A Coruña) y agotará la vía administrativa para revocar la decisión de la Xunta de paralizarlo.
El pasado día 15 la consellería de Industria comunicó a Mineira de Corcoesto S. L., filial de Edgewater, su rechazo al proyecto de explotación que la empresa canadiense pretende en Corcoesto por la falta de solvencia financiera y técnica pese a que contaba ya la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) positiva de la Consellería de Medio Ambiente.
La Xunta demandó a la empresa unas condiciones de solvencia financiera del 25 por ciento de la inversión en fondos propios -en torno a 30 millones de euros-, muy superiores a las planteadas inicialmente, para un proyecto que supondría una inversión superior a los 110 millones de euros y posibilitaría la creación de 270 puestos de trabajo directos.
Pese a este contratiempo, Edgewater sigue negociando con distintos inversores para lograr la financiación necesaria para el proyecto, han confirmado fuentes de la compañía.
La previsión inicial de empresa era completar la ampliación de fondos antes de final de año, pero la negativa de la Xunta al proyecto ha dificultado las negociaciones.
La intención de la empresa es recurrir la resolución de la Xunta por la vía administrativa y, una vez agotado este procedimiento, analizar las distintas posibilidades existentes para defender el proyecto, han precisado las mismas fuentes.
Las plataformas ciudadanas contrarias a la mina, que llevan meses manifestándose para exigir la paralización del proyecto extractivo, han criticado la decisión de la empresa de continuar adelante con el proyecto.
'Salvemos Cabana' ha lamentado el "chantaje" "inaceptable" de la empresa, cuya actitud ha calificado de "coercitiva" e "intolerable".
La plataforma ha vuelto a denunciar el fin "meramente especulativo" del proyecto de Edgewater en Corcoesto, "cuyo mayor objetivo era el beneficio de un pequeño grupo de inversores a cambio de unos impactos totalmente inasumibles para la comarca de Bergantiños".
