El asesor de las cajas defiende la legalidad de los retiros millonarios en NCG

Ricardo Pradas dice que si llega a ser condenado, "que baje Dios y lo vea"

El abogado laboral que asesoró en la elaboración de los contratos de las prejubilaciones millonarias de la cúpula de Novacaixagalicia (NCG) ha defendido la legalidad de los mismos, y ha añadido que si llega a ser condenado por estos hechos, "que baje Dios y lo vea".

Así se ha expresado el asesor externo de Caixanova Ricardo Pradas, durante la primera sesión del juicio celebrado contra él y el ex director general de la entidad José Luis Pego; el ex director general adjunto ejecutivo Javier García de Paredes; el antiguo responsable del Grupo Inmobiliario Gregorio Gorriarán y uno de los gestores de la oficina de integración, Óscar Rodríguez Estrada.

Durante más de tres horas de interrogatorio, que continuará este martes con las preguntas de su defensa, ha insistido a la fiscal Anticorrupción en que su única competencia era revisar las cláusulas de los borradores de los contratos y ofrecer asesoramiento. "Siempre he actuado con pulcritud jurídica e ir más allá es buscarle tres patas al gato", ha enfatizado.

Pradas ha precisado que en el caso concreto de los contratos antiguos de los exdirectivos acusados contemplaban un reconocimiento específico de que pudieran prejubilarse si concurría una causa extintiva por la que la entidad modificaba su naturaleza jurídica, un cambio que en este caso fue "de libro". Y ello sin necesidad de un tiempo mínimo de prestación de servicios ni de haber alcanzado los 55 años de edad.

También ha explicado que las prejubilaciones se podían cobrar como renta mensualmente o capitálizándolas, como hicieron los cuatro exdirectivos además de Ángel López Corona, que fraccionó sus 2,2 millones en tres pagos, aunque él no está acusado. Por ello, consideró legal que pudieran desistir, puesto que entre los exdirectivos existía la "incertidumbre" e "inquietud" por el "futuro que iba a depararles" el nuevo banco, aunque ha insistido en que sus contratos no fueron mejorados, sino que incluyeron adaptaciones con motivo de la fusión que integró a Caixanova y Caixagalicia en NCG.

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