El alcalde de Amoeiro hace una colecta para poner placas explicativas en la simbología franquista

Un ayuntamiento gallego, el de Amoeiro en Ourense, ha sorprendido a sus vecinos al proponerles un donativo de dos euros para "identificar" con placas la simbología franquista que permanece tanto en sus fuentes públicas como en la antigua escuela.

El alcalde de esta localidad, el socialista Rafael Villarino, ha decidido impulsar esta medida, incardinada dentro de la Ley de Memoria Histórica, en su municipio de 2.278 habitantes, un lugar en el que habitaron "numerosas personas vinculadas" a los dos bandos.

"El objetivo es hacer cumplir la Ley de Memoria Histórica" por una cuestión de "ética", ha apuntado el regidor en declaraciones a EFE.

Villlarino recogió la idea de uno de sus numerosos viajes a Alemania, donde visitó lugares simbólicos del nazismo. Emulando a ese país, pretende que se "reconozcan" en su pueblo los símbolos franquistas, sin tener por ello que destruir "un patrimonio natural".

"Estas imágenes pertenecen a la propaganda de una dictadura que ocupó con sus símbolos los espacios públicos más emblemáticos. Permanecen aquí como denuncia histórica de aquel régimen opresor".

Este último mensaje es el que lucirá en las trece fuentes y en la antigua escuela pública, actualmente local social.

Con ello, el regidor socialista pretende fomentar una función pedagógica, al reflejar la "finalidad propagandística y opresora de la ocupación simbólica de lugares públicos", así como otra de homenaje a las víctimas "que pagaron con su vida y con sus bienes" su ideología.

El Ayuntamiento presentó el pasado 23 de septiembre ante la Comisión Territorial de Patrimonio Histórico de Ourense (CTPHOU) una solicitud de autorización para instalar "placas explicativas de memoria histórica en lugares públicos rotulados con simbología fascista", la cual ha recibido el visto bueno.

La iniciativa promovida por el alcalde ha suscitado reacciones diversas.

María Concepción García, una mujer del pueblo de Portocelos, en la parroquia de Parada, núcleo en el que se sitúa una de estas emblemáticas fuentes datadas del año 1954, no ve mal esta iniciativa y, por tanto, se ha mostrado partidaria "de que la gente conozca" este patrimonio histórico sabiendo por qué está ahí.

Vecina de la localidad "de toda la vida", antes incluso de que se construyese la fuente, recuerda "el importante servicio que ofrecía este monumento" que entonces "se utilizaba para lavar la ropa" y "para recoger agua".

El portavoz del PP en esta localidad, José Sampaio, ha opinado, sin embargo, que este tipo de propuestas sólo sirven para generar un "conflicto" que no había ya que se trata de "un tema que no viene a cuento en este momento".

Así, ha atribuido este hecho a un "interés particular y partidista" del alcalde con el único fin de "salir en los medios".

Para poner en marcha esta iniciativa, el gobierno local ha decidido recurrir al micromecenazgo.

"El bajo coste de la actuación (459,80 euros) puede ser asumido sin gran menoscabo por el ayuntamiento", ha sostenido el alcalde, Rafael Rodríguez, quien ha rechazado las críticas de algunas personas por el supuesto "despilfarro".

Si se ha ideado la fórmula de 2 euros es para que haya motivación.

La forma de recaudación del dinero será mediante donativos a través de la web municipal, un proceso para el cual se ha marcado un plazo, hasta el 28 de febrero.

En caso de que no se llegue a esa cantidad, "el ayuntamiento asumirá el coste", ha detallado.

En caso de superarse la cifra necesitada, el municipio ourensano estudia realizar un acto de homenaje a alcaldes y miembros de la corporación que gobernaron en Amoeiro entre 1931 y 1936, así como a los vecinos víctimas del franquismo.

No es la primera vez que el regidor de Amoeiro emprende actuaciones contra la dictadura o contra la Iglesia.

El alcalde prepara otro acto para "conceder la medalla de oro" a título póstumo a dos alcaldes republicanos, Manuel Vázquez y el regidor socialista Castor Sánchez, una iniciativa que el PP ha avanzado que va a apoyar.

Además, el Ayuntamiento de Amoeiro fue el primero que intentó cobrar el impuesto de bienes inmuebles (IBI) de propiedades eclesiásticas a la Iglesia, una medida que no prosperó

Comentarios