El comité de huelga de Emergencias alerta de "gravísimos atrasos" en las llamadas al 112

Apuntan que el traslado de la sede a A Estrada suposo "que se disparen los tiempos de espera y de respuesta para la gestión"
El nuevo teléfono inteligente de Google, Pixel
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El comité de huelga de la central del servicio de Emergencias, que gestiona las llamadas del número de teléfono 112, recientemente trasladada al municipio de A Estrada, denuncia "el caos que están provocando los constantes fallos del programa informático" y que genera "gravísimos atrasos".

En un comunicado difundido por el sindicato CIG, el comité indica que la situación está "agravada por la insuficiente formación recibida por el personal" en la nueva oficina, trasladada esta semana de Santiago de Compostela al citado municipio pontevedrés.

El cambio ha generado "que se disparen los tiempos de espera y de respuesta para la gestión" de las llamadas de emergencia, según el comité de huelga de los trabajadores.

Los empleados están en desacuerdo con la decisión de trasladar ese centro de trabajo y señalan que la programación del cambio ha supuesto que, en ocasiones, sea "imposible gestionar los recursos necesarios para responder en los tiempos previstos las emergencias".

La nota apunta que la atención a las llamadas, que "antes llevaba un minuto de media, ahora está llegando a demorarse hasta cinco minutos" y precisa que las urgencias médicas "están tardando diez minutos de media en llegar a comunicarse" con la centralita del 112, "lo que traslada los atrasos a otros organismos de emergencia".

El comité alude en el comunicado al "estado de desesperación y ansiedad que este caos está provocando en profesionales con amplia y probada experiencia".

"Ver a compañeros salir llorando de su puesto de trabajo por la enorme frustración que genera no poder atender las emergencias adecuadamente, sabiendo que hay personas al otro lado del teléfono esperando a ser atendidas, que pueden estar sufriendo un dolor grave, que pueden estar siendo agredidas o que pueden querer alertar de un accidente o un incendio, es desolador", apunta el comité.

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