El conductor que arrolló a los ciclistas en A Guarda no frenó en 200 metros

Un informe de la Guardia Civil concluye que la causa principal del accidente pudo ser una distracción o desatención momentánea

El conductor octogenario que el pasado marzo arrolló en A Guarda a un grupo de ciclistas, uno de los cuales falleció y siete resultaron gravemente heridos, no varió su trayectoria desde el primer impacto ni frenó hasta 200 metros más adelante de donde había protagonizado el atropello masivo.

Así se recoge en el informe de la Guardia Civil aportado a la instrucción de la causa, al que ha tenido acceso Efe, y que concluye que la causa principal del accidente pudo ser una distracción o desatención momentánea en la conducción.


El informe, que además de pruebas periciales se apoya en el testimonio de un ciclista que circulaba en sentido contrario y del conductor del coche que iba por detrás del acusado, Manuel Benito A.L., incide en que éste no frenó ni maniobró pese a ir dejando un reguero de ciclistas atropellados a su paso.

Detalla cómo tras sortear a los dos últimos miembros del pelotón fue impactando contra el resto de ciclistas, que salieron despedidos hacia la parte superior de su vehículo, otros proyectados hacia la parte derecha de la vía y otros hacia la calzada y el carril bici.

Luego, a pesar de la violencia de los impactos, que ocasionaron "graves daños" en la parte frontal y el parabrisas de su vehículo, Manuel Benito A.L., en lugar de realizar una maniobra evasiva de frenado, o cambio de dirección, continuó su trayectoria recta, chocando con más ciclistas, durante 200 metros hasta que paró.

Solo fue un instante hasta que reinició la marcha y se dirigió a un restaurante, desde donde se realizó la llamada a la Policía informando del atropello múltiple.

Uno de los testigos, el ciclista que se encontró de frente con la escena, declaró a la Guardia Civil que al ver que el coche que había atropellado al pelotón no paraba le dio el alto y que Manuel Benito A.L. le dijo "¿Qué pasa? Solo atropellé a uno", y que al preguntarle si no era consciente de lo que había hecho reinició la marcha.

El informe de la Guardia Civil estima que el conductor octogenario circulaba a unos 90 kilómetros por hora, pese a tener una limitación de 70 en su licencia administrativa.

En sede judicial, Manuel Benito A.L. declaró que iba a 60 kilómetros por hora, como también que solo recordaba haber chocado contra dos ciclistas.

El informe también incide en que el atropello se produjo en un tramo de la carretera recto, de más de 800 metros de longitud, sin ningún tipo de obstáculos visuales, a una hora en la que no hay posibilidad de deslumbramientos por la incidencia de rayos solares y en un día en el que hacía buen tiempo.

Subraya asimismo la presencia de señales en la vía de precaución por la posible presencia de ciclistas y el hecho de que el conductor conociera la zona porque, según declaró, realiza ese trayecto de forma habitual.

Tras tomarle declaración el pasado 17 de marzo, el Juzgado de Instrucción 3 de Tui ordenó la retirada del carné de conducir de Manuel Benito A.L., de 87 años.

Entonces, el conductor alegó que iba circulando correctamente y que incluso redujo la velocidad cuando comenzó a rebasar al pelotón.

En cuanto a por qué se ausentó del lugar del accidente y se fue hasta un restaurante, donde llamó a la Policía, alegó, según dijo su abogado, que le pareció "la mejor forma de pedir auxilio".

"Procuró avisar de la mejor forma que supo", insistió su abogado, que añadió que en su camino hasta el restaurante se encontró de frente con un motocarro, a cuyo conductor le contó que había tenido un accidente, y que al ver que el hombre no era "muy resolutivo" prosiguió su camino hacia el restaurante.

En el informe de la Guardia Civil no se recoge este extremo.

El abogado sostuvo también que el permiso de conducir de su cliente "está perfectamente renovado y actualizado" el 22 de febrero y que aquel no tiene ninguna laguna de memoria.

A raíz de este accidente, el fiscal jefe de Tráfico de Galicia, Carlos Gil, había solicitado que en las diligencias judiciales se investigue si la renovación del carné de conducir del octogenario se produjo con las garantías necesarias.

Se trata de dilucidar si el psicotécnico cumplió con las exigencias requeridas para la renovación del permiso de conducir para personas de avanzada edad.

Semanas antes, el fiscal jefe de Tráfico había abordado con la Guardia Civil la cuestión de la renovación de los carnés, sobre todo a personas mayores, en vista de algunas situaciones de riesgo que han provocado en los últimos meses, como circular en sentido contrario. 

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