El director general de Eiriña, Jaime Alvariñas, y el técnico de Cespa Juan Ramón Alonso se han acogido este jueves a su derecho a no declarar ante la juez, al igual que hizo la semana pasada Enrique Alonso Pais, dueño de la constructora señalada como epicentro de la supuesta trama corrupta investigada en el marco de la Operación Patos.
Ambos llegaron al edificio judicial acompañados de sus abogados, el primero pasadas las 09.00 horas y el segundo más de una hora después, para cumplir con este trámite que duró unos minutos al no declarar los imputados.
En total son medio centenar los imputados, entre políticos, funcionarios y empresarios, en la o0peración Patos, que investiga supuestas irregularidades en contrataciones públicas de varias administraciones.
Figuran en esa lista el expresidente de la Diputación y líder del PP de Pontevedra, Rafael Louzán, cuya comparecencia ante la juez se ha aplazado al 17 de febrero, y el alcalde de Vigo y presidente de la FEMP, Abel Caballero (PSOE), quien está citado para el 26 de noviembre.
La operación Patos estalló en febrero de 2014 cuando la Policía detuvo a cinco personas, un exconcejal de Nigrán y administradores y empleados de las empresas Cespa y Eiriña; y practicó registros en las corporaciones de Vigo, Nigrán, Santiago, Pontevedra, Ponteareas y Ourense.
También hubo registros en la delegación de la Xunta en Vigo, en dependencias de la Zona Franca, el Consorcio Casco Vello y el puerto, y en la Diputación de Pontevedra.
Además de Abel Caballero y Rafael Louzán están imputados los concejales de Vigo David Regades, Ángel Rivas e Isaura Abelairas, la exdelegada de la Xunta, María José Bravo Bosch, y el exvicepresidente de la Diputación de Pontevedra, José Manuel Figueroa.
Louzán, Bravo Bosch, Figueroa, Regades y Rivas están imputados por supuestos amaños de contratos y obras públicas y, adicionalmente, por la recepción de regalos, excepto la delegada de la Xunta.
La recepción de regalos es por lo que está imputado el alcalde de Vigo y la concejala Abelairas.
