El fiscal reclama la ''máxima extensión que permita la ley'' en la pena al 'violador del estilete'

El fiscal jefe de Lugo, Juan José Begué, solicitó hoy en sus conclusiones definitivas que se le aplique a Félix Vidal Anido, conocido como el Violador del Estilete, una pena en la "máxima extensión que permite la ley", por los delitos de detención ilegal y falsedad en documento mercantil, unos hechos por los que se encuentra en prisión preventiva desde el pasado 11 de abril.

La Fiscalía de Lugo pide nueve años de prisión por los supuestos delitos de detención ilegal y falsedad en documento mercantil para Vidal Anido, por intentar meterse por la fuerza en casa de una mujer en la ciudad de Lugo y por simular que en el momento de los hechos estaba viajando en un autobús hacia Meira.

Antes de entrar en la vista oral, que se celebró esta mañana en la Audiencia Provincial de Lugo, el propio fiscal ha explicado a los medios de comunicación que "las condenas anteriores" de Vidal Anido, que quedó en libertad por la derogación de la doctrina Parot, "no se pueden aplicar a efectos de reincidencia, básicamente porque son relativas a delitos contra la libertad sexual y, en este caso, afortunadamente, no se produjo". "No obstante -agregó-, sí que se piden las penas máximas, porque se entiende que la peligrosidad y las circunstancias personales del acusado son extremas" y Vidal Anido "es acreedor de esa petición de máximos, sin perjuicio de que, luego, la Sala haga lo que considere adecuado".

En el escrito de acusación, el ministerio público considera probado que Vidal Anido, a las dos y cuarto de la tarde del pasado 9 de abril, siguió a la víctima hasta el portal de su edificio y accedió a su interior al mismo tiempo que ella, para después simular que subía hasta la cuarta planta, mientras la mujer se quedaba en la tercera.

Cuando la mujer abrió la puerta de su domicilio, el acusado volvió sobre sus pasos, situó su pie para evitar que pudiese cerrarla y la sujetó fuertemente, al tiempo que le colocaba un objeto en la sien para que no se moviese.

Según el fiscal, la víctima intentó gritar, pero el acusado, al mismo tiempo que la mantenía inmovilizada, le tapó la boca. Fue al escuchar gritar a su hijo, que estaba en el baño de la casa y escuchó el forcejeo de su madre, cuando supuestamente Vidal Anido se dio a la fuga.

En la vista oral, la víctima reconoció a Vidal Anido como autor de ese asalto y se mostró "absolutamente" segura de que fue él quien la atacó. Quien se desdijo de su declaración inicial en sede judicial fue su hijo, dado que previamente había declarado que había visto al agresor de su madre, pero hoy en el juicio reconoció que sólo pudo observar cómo salía del edificio desde la ventana de la cocina. "No puedo decir nada de su aspecto físico", comentó el hijo de la víctima.

Vidal Anido también fue identificado por un policía fuera de servicio que acudió al auxilio de la víctima al escuchar sus gritos y los de su hijo por la ventana. De hecho, el agente, que llegó a perseguir al asaltante con su vehículo, afirmó que pudo verlo "de frente", a una "distancia de cuatro o cinco metros", y se mostró "absolutamente" seguro y "sin ninguna duda" de que se trataba de Vidal Anido.

El ministerio público subraya que consciente de la trascendencia de sus actos y con el fin de procurar no ser descubierto, Vidal Anido intentó simular la perforación de un billete de autobús de la empresa Arriva, que salía de la ciudad a las 13:15 horas.

De hecho, el acusado presentó dicho billete en el momento de ser interrogado por los hechos, pero el correspondiente informe pericial constató que las perforaciones no habían sido efectuadas por la máquina del conductor que realizó ese trayecto entre Lugo y Meira el día de autos y a la hora indicada por el acusado.

Además, el fiscal presentó como prueba en el juicio el registro de localizaciones del teléfono móvil de Vidal Anido, que no se correspondían con la declaración que él mismo realizó sobre su ubicación en el momento de los hechos.

En la vista oral, Vidal Anido insistió en su coartada, es decir, en que estaba viajando en autobús en el momento de los hechos, pero al advertirle el fiscal jefe de Lugo de la existencia del citado informe pericial sobre su billete, reaccionó de otro modo: "No tengo nada que decir", zanjó.

La mujer que fue asaltada en la entrada de su propia casa aseguró en la sala que de no haber sido por su "frialdad", posiblemente se hubiese convertido en otra "víctima" de Vidal Anido. Por ello, antes de abandonar la sala hizo un llamamiento a los magistrados encargados de juzgar su caso: "Lo que les pido es que ustedes como jueces piensen en sus hijas".

Por estos hechos, el fiscal solicita para Vidal Anido una pena de seis años de prisión por un delito de detención ilegal y la prohibición de acercarse a la víctima por un período de diez años. En caso de que no sea admitida la calificación por detención ilegal, el ministerio público pide que se le aplique una pena de tres años de prisión por el delito de coacciones y la prohibición de acercarse a la mujer durante cinco años.

Por el delito de falsedad en documento mercantil, el fiscal solicita una pena de tres años de prisión y una multa de 4.320 euros.

El fiscal reconoció en sus conclusiones ante la sala que en la calificación de los delitos y en la petición de pena se ha empleado toda la severidad a la hora de aplicar el código penal.

Por su parte, el abogado de la defensa, Marco Candal, definió la calificación de los delitos por parte del ministerio público como "sorprendente" y la "petición de pena" como "exorbitante", a raíz de los hechos que fueron sometidos a juicio.

Candal recordó que existe un cierto "interés político" e incluso "social" en los casos de aquellos reos que se han beneficiado de la derogación de la doctrina Parot, pero recordó que el juicio de esta mañana debe limitarse a juzgar "unos hechos" y no la "historia" previa de su defendido. De hecho, se mostró convencido de que en la vista oral no se expuso en ningún momento "prueba de cargo" suficiente como para condenar a Vidal Anido.

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