El K9 infunde esperanzas en la industria de Vigo

El futuro industrial de Vigo, después de la acuciante crisis económica, está hoy dominado por la brisa que ha llegado tanto a la automoción, con el proyecto K-9 adjudicado a la planta de PSA en Balaídos; como a la industria naval, con encargos a los astilleros de la ciudad, pese a los retrasos en el cumplimiento de las previsiones.

El pasado día 15, el comité ejecutivo de PSA comunicó su decisión de asentar en la Comunidad la construcción de este nuevo modelo de furgonetas que conformarán, según el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, un lanzamiento "muy importante para Galicia" por cuanto PSA es un "actor principal" del tejido económico e industrial.

Para adaptarse a los niveles de rentabilidad exigidos por la compañía, se negoció la aplicación de una nueva tabla salarial que supondrá una rebaja del 5% del salario bruto anual, compensada inicialmente para la plantilla actual con un complemento personal absorbible, la reducción o eliminación de varios pluses y la implantación de una nueva categoría.

Aparte de estos ajustes salariales, la propuesta viguesa ofrecía como puntos fuertes las sinergias con la planta de Mangualde (Portugal) y con el polo de la automoción conformado por las auxiliares y los centros tecnológicos instalados en un entorno próximo.

El centro de Vigo de PSA Peugeot Citroën cierra sin embargo el ejercicio de 2014 con una producción de 379.000 vehículos y de 18.100 colecciones, un 6,5 y un 52 % menos respectivamente que en el año anterior, según ha transmitido la empresa.

Apuntan además que este retroceso fue motivado por el "cese del suministro de colecciones a Turquía debido al impacto de la caída del 27 % del mercado de vehículos en Argentina", aunque celebran la atribución del K9 por ser un vehículo que "en los próximos años se inscribirá en la gama de utilitarios ligeros de PSA".

El lanzamiento del K9 llevará aparejado el desarrollo de un nuevo plan industrial que contempla una serie de inversiones a favor de una mayor eficiencia, y que pondrá a la factoría viguesa en disposición de albergar nuevos lanzamientos según ratificó su director, Yann Martin.

La primera reacción del sector, de la clase política, la patronal y los sindicatos fue de satisfacción por la consecución de un "triunfo", aunque luego ha habido matices en las declaraciones.

El secretario de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (Asime), Enrique Mallón, apeló a que las proveedoras de primer y segundo nivel de PSA Vigo pueden obtener "la mayor parte de la carga de trabajo" que generen los nuevos modelos de furgonetas, ante el protagonismo que puedan tener empresas de países con menores costes.

Entre los trabajadores de la fábrica viguesa las sensaciones son encontradas, ya que acogen con satisfacción el encargo y las opciones de construir "nuevos lanzamientos" en el futuro, pero por otro lado cuestionan el peaje que han tenido que pagar.

Entre los optimistas, el Sindicato Independiente de Trabajadores (SIT-FSI), que defiende que esta adjudicación traerá "importantes inversiones" para la mejora y adaptación futura de las instalaciones de la fábrica, no solo para acoger el K9 sino para poder optar a otros proyectos "vitales".

Todo esto garantizará "un escenario" a partir de 2019 de "alta producción", que "es y seguirá siendo el "principal objetivo" de SIT-FSI, que ha recibido el reproche del resto de centrales representadas en el comité, CCOO, CIG, UGT y CUT, por aceptar el plan de ajuste de la dirección.

En el lado opuesto, Vitor Mariño, de CUT, calificó de "circo" la forma en la que se anunció la adjudicación, con la presencia en París del presidente de la Xunta, mientras que el comité se enteró por la prensa.

Mariño señaló en declaraciones a Efe que en el seno de PSA "nunca hubo debate sobre la adjudicación" del vehículo e indicó que todo ha sido una "estrategia para aumentar el margen de beneficios por vehículo fabricado".

Ya en el ámbito de la industria naval viguesa, sindicatos y patronal han manifestado durante este último mes del año su resignación ante el incumplimiento de las previsiones que hace un año se realizaron en base a los anuncios de contratación.

Sin embargo, Enrique Mallón declaró que Galicia "está en el camino correcto" para la revitalización del sector, como así lo demuestra la construcción de "dos barcos muy interesantes": el ferry del astillero Barreras, "el más grande construido nunca en Galicia", y el oceanográfico de Freire, de "alta calidad".

Así, y aunque las cifras de empleo en el sector son "muy reducidas para lo esperado", ya que a lo largo de 2014 solamente se han creado 600 nuevos empleos, ha mostrado sus esperanzas de que "la cifra aumente" durante el 2015 gracias a "la sentencia del Tribunal de la Unión Europea sobre el tax-lease" y las perspectivas de mejora del tráfico marítimo mundial.

A modo de resumen, con la vista puesta en el próximo año se ha mostrado "moderadamente optimista" al existir "alguna luz y nichos de mercado como el gas, la industria aeronáutica, la aeroespacial y la off shore, factores que pueden convertir al que viene "en el año de la recuperación del metal gallego".

En la última reunión de la Mesa de Apoyo al Empleo en el Sector Naval en Vigo, la patronal Asime entregó a los sindicatos un documento que, según explicó Ana Belén Valiño de UGT, será analizado por las organizaciones sindicales y en el cual se refleja "la necesidad de regular la jornada laboral" de los trabajadores del sector.

Así, UGT mostró su intención de "romper el modelo actual" para implantar uno similar al de otros sectores, eliminando las horas extraordinarias e implantando dos turnos", para garantizar "más contratación y eliminar de las listas de desempleo a trabajadores del sector que llevan tiempo engrosándolas".

Junto a ella, Ramón Sarmiento, de CCOO, mostró sus reservas para 2015 al recordar que muchos anuncios de contrataciones que llenaron "hojas de periódicos" se aplazaron e incluso, finalmente, "no pudieron llevarse a cabo".

Se refirió también al ordenamiento de la jornada como una de las cuentas pendientes para el próximo año.

Los sindicatos abogan por mantener un "debate constructivo" con la administración y la patronal que no cuestione que el marco laboral con el que cuentan sigue siendo el mejor "garante del futuro", en referencia directa a las criticas al astillero Barreras por supuestas "presiones" a auxiliares, uno de los temas candentes de este final de año en un sector que continúa sin recuperar las cifras anteriores al inicio de la crisis.

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