Manuel Iglesias, un veterano marinero herculino, no da crédito ante la denuncia que presentó contra él la Guardia Civil por tener en su barco, junto a la española, una bandera gallega de dimensiones superiores a las que dictan las leyes marítimas. Estas establecen que la enseña autonómica no puede superar en superficie a un tercio de la nacional, y en el caso de la embarcación de Manuel, ambas son iguales.
"Siempre llevé las dos banderas, de igual tamaño, porque mi madre es Galicia y mi padre es España", manifiesta con simbolismo este lobo de mar, que preside la asociación Armadores Coruñeses de Pesca de Baixura (Arcopeba) y se enfrenta a una sanción grave, "de hasta 120.000 euros", que piensa recurrir pero no cambiar sus hábitos: "Jamás voy a quitar la bandera gallega", advierte.
Recibió el expediente sancionador el pasado viernes, y aún está tratando de asimilarlo. "Esto no tiene ni pies ni cabeza; son muchos años navegando y jamás me había pasado esta tontería", explica enervado, al tiempo que se pregunta si los guardias civiles que formularon la denuncia cuando su pesquero se encontraba en el puerto cántabro de Santoña "no tienen nada mejor que hacer". "Ellos tienen un sueldo que pagamos todos, pero a los marineros nos cuesta mucho ganar el pan", desliza.
"Yo llevo las dos banderas pero hay barcos, por ejemplo muchos vascos, que no llevan la española y no les pasa nada", señala Manuel, a la vez que evidencia el caso de los edificios institucionales que optan por no izar el emblema nacional "sin repercusión alguna".
El marinero denunciado por izar una bandera gallega: "Toda la vida la llevé y no la voy a quitar"
La Guardia Civil se querelló contra el patrón herculino por tener una enseña gallega del mismo tamaño que la española
