La jueza autoriza la reparación de las vías

El personal de Adif, Renfe y Comboios no aporta novedades a la instrucción de la tragedia de O Porriño

La Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios mantiene "todas las hipótesis posibles" y confirma que había comprobaciones "rutinarias" el día del siniestro
Después del accidente, los servicios de emergencia recataban a los heridos, que en parte fueron asistidos en la estación
photo_camera Después del accidente, los servicios de emergencia recataban a los heridos, que en parte fueron asistidos en la estación

Los testimonios recabados este martes por la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (Ciaf) acerca del descarrilamiento del tren Celta el 9 de septiembre en O Porriño han servido para ratificar algunas de las informaciones ya conocidas.  En las entrevistas realizadas a trabajadores de Adif, Renfe y Comboios no se han revelado datos sorprendentes, "ni contradicciones ni cosas extrañas", según han traslado dos de los integrantes de este organismo. En total han interrogado a seis personas —dos de ellas trabajadores de Comboios de Portugal—, entre las que figuraron el responsable del Centro de Mando de Ourense, el jefe y un compañero del maquinista (un ciudadano luso que falleció en el siniestro) y operarios de mantenimiento de Adif.

Aunque no ha trascendido el contenido de esas entrevistas (que tuvieron lugar desde primera hora de la mañana de este martes en un edificio anexo a la estación viguesa de Guixar), los técnicos de la Ciaf han confirmado que no han encontrado "nada sorprendente" en esos testimonios. "Todo ha sido en la línea de lo que ya sabemos e investigamos", han apuntado, y han aseverado que ningún testigo ha desvelado "nada que llame atención especialmente" y que lo que han relatado ha estado "dentro de normalidad teniendo en cuenta la situación tan triste", en alusión a los cuatro fallecidos y 49 heridos en el accidente. 

El convoy debía ir a un máximo de 30 kilómetros por hora, pero la caja negra desveló que su velocidad era de 118 en el momento de descarrilar



En todo caso, han precisado que la investigación está en una fase "muy temprana", la de recabar toda la información posible, y que todos esos datos, tanto los obtenidos en las inspecciones del tren y la vía, como los aportados por las personas entrevistadas este martes, serán "analizados y contrastados". "Estamos en la fase de recopilar datos. Hemos entrevistado a varias personas y ahora analizaremos sus testimonios y sacaremos información que nos sea útil para nuestra investigación", han señalado.

Los investigadores de la Ciaf han indicado que, entre la información que manejan están cuestiones relacionadas con las infraestructuras, la señalización, el estado del convoy y, tras las entrevistas de este martes, "lo que vieron" los trabajadores que, de una forma u otra, están relacionados con lo que pasó el día del accidente. Acerca de la complejidad de la investigación, han señalado que, dado que aún se están recabando datos, se mantienen "todas las hipótesis posibles" acerca de las causas del descarrilamiento. "Nunca se sabe lo que se puede encontrar, es cuestión de ir despacio y no descartar ninguna hipótesis", han indicado, y han insistido en que "es pronto" para precisar más.

Asimismo, han apuntado que, en caso de ser necesario, volverían a convocar a éstos u otros testigos, o a reclamar la información que consideren oportuna para elaborar su informe. Precisamente, a preguntas de los medios sobre cuándo podría estar listo el estudio, aunque sea de forma preliminar, han apuntado que "es difícil" saberlo porque, aunque su intención es que sea "lo antes posible", también deben hacerlo "con tranquilidad" y "lo mejor posible".

Lo que sí han confirmado los técnicos de la Ciaf es que el tren siniestrado circulaba por una vía desviada y que "había habido un problema" el día anterior en esa parte del trazado. De hecho, el convoy debía ir a un máximo de 30 kilómetros por hora precisamente por ese desvío, pero la caja negra desveló que su velocidad era de 118 kilómetros por hora en el momento de descarrilar. No obstante, los investigadores han matizado que la incidencia detectada era una "situación habitual" y que se estaban realizando comprobaciones que son "casi rutinarias".

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