El pleno concluye sin acuerdo y con el encierro de decenas de afectados

 El pleno extraordinario sobre las participaciones preferentes en la Diputación de Pontevedra ha concluido de forma abrupta al no alcanzar los grupos un acuerdo para exigir la derogación del Real Decreto que consagró las quitas y con el encierro de decenas de afectados en el salón de sesiones.

Tras arrancar con una pitada general, el pleno se celebró sin muchos sobresaltos y durante el debate, el PSOE pidió que se retirasen las sanciones por las protestas de afectados.

Todo cambió cuando llegó el turno de que el PP se pronunciase sobre la propuesta de los afectados, secundada por PSOE y BNG, de que la Diputación exigiese la derogación del decreto que consagró las quitas.

El presidente de la Diputación, Rafael Louzán, se manifestó "en contra" de la quita en sí, pero dijo que "los que legislan saben mejor que nosotros cuál es la situación del país".

Estas palabras provocaron la protesta sonora de los afectados, que la emprendieron a bocinazos contra los diputados del PP.

En medio del griterío, Louzán propuso una votación rápida de una moción genérica de apoyo a los afectados y de reclamación de que se mantenga el proceso de arbitraje, pero la oposición se negó, en palabras de la nacionalista Iolanda Veloso, a "votar otra vez lo mismo".

En vista de que el follón no amainaba, Louzán optó por cerrar la sesión, tras recoger unos papeles con reclamaciones de la plataforma de afectados de Vigo.

Muchos de los afectados propusieron mantener en el lugar un encierro de 24 horas, pero pasadas las seis de la tarde no había demasiadas esperanzas entre los portavoces de que la iniciativa se completase, según admitió un representante de la plataforma de Baixo Miño.

Aunque desde la Plataforma de afectados de la Provincia comunican que un total de 300 personas están encerradas en la Diputación desde las 11 de la mañana.

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