La tercera sesión del juicio por la muerte de Secundino Prego en Chancelas giró en torno a los testimonios de los agentes de la Guardia Civil que participaron en las investigaciones.
El primer agente en ver el cuerpo del octogenario relató que presentaba signos de gran violencia y que tenía una gran fisura en la cabeza por la que le salía la masa cerebral.
Otro de los investigadores concretó el relato de los hechos de Rocío Gondar tras su detención, en el que explicaba que cometió el crimen siguiendo las indicaciones de Albertina Táboas. En un momento dado, a instancias de la acusación, la agente judicial mostró a las partes, al tribunal popular y a las acusadas, el pijama de Albertina manchado, de sangre que, al parecer, pertenecería al fallecido.
Secundino Prego tenía una gran fisura craneal cuando llegaron los agentes
Durante la tercera sesión del juicio por la muerte del octogenario en Chancelas una agente judicial mostró el pijama de Albertina Táboas, una de las dos acusadas de su asesinato, manchado de sangre que, al parecer, pertenecería al fallecido
