El profesor acusado de "machismo" se disculpa pero ve inadecuada la vestimenta de su alumna

Luciano Méndez pide perdón a María Fungueiro por su amenaza de darle una bofetada y por sus comentarios, pero ve ciertos tipos de vestimenta "absolutamente inapropiados para una clase"
Luciano Méndez Naya, profesor en la Universidad de Santiago de Compostela
photo_camera Luciano Méndez Naya, profesor en la Universidad de Santiago de Compostela

Luciano Méndez Naya, el profesor de la USC acusado de dirigir comentarios sexistas hacia una de sus alumnas, María Fungueiro, ha pedido perdón a su manera. El docente envió un texto a un periódico coruñés en el que declara que se extralimitó en su actuación al ofrecerle una bofetada a la afectada y haber hecho referencia al escote que solía llevar a sus clases pero quiso abrir un debate sobre si es o no apropiada su vestimenta para acudir a la universidad.

Méndez quiso aclarar en primera instancia que el hecho haber amenazado a la alumna con "darle una bofetada" estuvo fuera de lugar y que fue fruto de la tensión vivida en el momento. El profesor aprovechó el escrito para despreciar cualquier tipo de violencia física en forma de amenaza, hacia "cualquier persona, sea hombre o mujer", y se excusó "relativamente" por las circunstancias. Según su testimonio María Fungueiros le increpó llamándole "machista asqueroso", y es precisamente ese matiz de "asqueroso" sobre la acusación de machista lo que más alteró al docente por considerarlo doblemente vejatorio.

En cuanto a los hechos que motivaron este desencuentro, Méndez explicó que sigue pensando que hay ciertos tipos de vestimenta que son "absolutamente inapropiados para una clase de matemáticas" y que no tiene "vergüenza" en afirmar que un escote excesivo va a seguir "alterándome". El profesor reflexiona aquí sobre la necesidad de "cambiar las reglas de juego" y modificar los patrones sexuales en el que estamos siendo educados para que este tema adquiera normalidad.

Méndez ejemplifica su argumento diciendo que si le proponen que van a ir a su clase "un grupo de chicas en pelotas", él alegaría que la calidad de sus clases no sería la misma, por lo menos mientras no se acostumbrase a la nueva situación, pero que si eso no es lo más importante, "por favor, que pasen".

El comunicado finaliza con un alegato en contra de su presunto "sexismo", confiando en que este tipo de hechos no se usen para hacer espectáculo con temas tan serios como el machismo y la violencia machista. Alega que esto le haría perder credibilidad a una lucha feminista que considera "respetable y profunda".

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