El promotor de las torres de O Garañón se retira de la 'batalla'

Uno de los mayores litigios urbanísticos que ha vivido la ciudad de Lugo en los últimos años acaba de dar un importante giro, al retirar el promotor de las polémicas torres de O Garañón el recurso que había presentado ante el Tribunal Superior de Justicia de Galicia contra la suspensión de la licencia de obra.

En la práctica, esa decisión ha sido entendida por parte del Concello de Lugo como un cambio radical en la postura que ha defendido hasta ahora el promotor, aunque el Gobierno local, que ya mantuvo ayer una reunión con el constructor para buscar una solución al problema que puede generar la demolición de la estructura de esas torres, no ha facilitado más detalles sobre los pormenores de ese encuentro.

La licencia de obra de las polémicas torres, ubicadas en pleno centro de la ciudad de Lugo, fue anulada por una sentencia del Juzgado de lo Contencioso Administrativo Número 1 de Lugo, al entender que ese permiso había sido mal concedido por no haber contado con un informe perceptivo de Patrimonio, dado que en esa zona hay bienes catalogados, como las termas romanas o el Sanatorio Portela.

EN BUSCA DE UNA SOLUCIÓN
El portavoz socialista del Gobierno bipartito de Lugo, Luis Álvarez, ha confirmado esta mañana en rueda de prensa que el constructor desistió el pasado 8 de marzo de seguir adelante con su recurso y solicitó una reunión con los responsables del Consistorio "para avanzar en la búsqueda de soluciones a la problemática generada por esa urbanización".

Con respecto a la postura del constructor, que hasta ahora se había mantenido firme en su intención de levantar las torres, Álvarez ha aclarado que "es evidente" que se "aviene a negociar una solución distinta, desde el momento en el que él mismo se coloca en una posición distinta". "El Concello no ha variado su postura, pero el promotor sí. A partir de ahí, habrá que buscar una solución, que no será inmediata ni fácil, pero en la que se trabajará con rapidez", ha precisado Álvarez.

En la misma línea, ha destacado que la posibilidad de que "se abra un nuevo escenario para buscar una solución a ese problema" es "una muy buena noticia para la ciudad" y ha recordado que "en este momento hay muchas posibilidades abiertas", por lo que ha pedido "lealtad institucional", dado que "hay también otras administraciones implicadas". "El Concello de Lugo estará, como ya estuvo, trabajando para buscar la mejor solución para la ciudad. Evidentemente, el promotor varía su postura y se sitúa en una posición distinta a la que tenía en este momento y, por parte de la Consellería de Cultura, confiamos en que trabajará con nosotros en la búsqueda de una solución", ha concluido.

UNA DE LAS GRANDES POLÉMICAS DE LA CIUDAD

Por su parte, en la misma rueda de prensa, la concejala nacionalista, Paz Abraira, ha subrayado que el BNG mantendrá las mismas premisas que ha defendido siempre, primero en la oposición y ahora en el gobierno municipal, para que "no se materialicen esos edificios".

La urbanización de la parcela de O Garañón ha generado la mayor polémica urbanística que ha vivido Lugo en los últimos años, porque fue levantada al lado mismo del Parque de Rosalía de Castro, el principal pulmón verde de la ciudad, y motivo de varios procesos judiciales, manifestaciones e innumerables encontronazos políticos entre los distintos partidos. De hecho, el Partido Popular calcula que los costes derivados de la demolición de las dos torres que ya han sido levantadas y la indemnización al constructor podrían rondar los 15 millones de euros.

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