El PSdeG espera una ''solución pactada y pacífica'' en Ourense

El diputado Raúl Fernández ha señalado hoy antes de la reunión de la ejecutiva provincial socialista de Ourense que espera para el gobierno local una "solución pactada y pacífica" que "satisfaga" a todas las partes y ha confiado en que así sea pese a que 2014 no le trajo "la posibilidad de ser pitonisa".

Es el recurso que ha empleado ante las continuas preguntas de los medios sobre si alguien tendría que ceder, y ha agregado que espera una resolución en breve y que ésa es la voluntad: "¿Cuándo? Lo mismo mañana, que pasado, que dentro de cuatro o cinco días. Ojalá cuanto antes y de la mejor manera posible. Pero eso es algo que forma parte de una hipótesis de futuro que yo no soy capaz de aventurar".

Ha restado importancia a los daños colaterales por las diferencias en el ejecutivo local, porque siempre ocurre lo mismo, cuando las cosas "están bien" son "detalles" y cuando "están mal" todas esas cuestiones "se resaltan mucho más".

Ha evitado además pronunciarse sobre las diferentes sensibilidades porque "se trabaja en el conjunto" y, consultado de nuevo por las posibles salidas, ha recurrido a un guiño irónico: "La imaginación puede ser tan grande como optimismo tenga uno. Yo intento ser optimista y lo soy".

Ha remarcado, en este sentido, que "el conjunto del partido trabaja con la única idea de que esta crisis se resuelva, por el bien de la organización y de los ciudadanos, de forma coordinada. Todos estamos en la misma línea de intentar solucionar".

"Unas crisis -ha proseguido- se solucionan a los dos días y otras tardan meses. Estamos dentro del período que se puede considerar razonable", pero, a su entender, "próximo a terminar esta crisis".

El desencuentro vivido entre los socialistas de la corporación ourensana, que gobiernan en minoría, comenzó el 13 de diciembre cuando cinco concejales del PSdeG abandonaron una sesión plenaria para no votar un punto del orden del día por discrepancias con el resto de compañeros.

El asesor jurídico municipal Javier García Gago había pedido poder compatibilizar su trabajo con la labor docente en la Universidad de Vigo, algo a lo que se oponían el alcalde y cinco ediles amparándose en un informe de la Concejalía de Personal, mientras que los cinco que se fueron de la sala estaban a favor de que se atendiese en un sentido positivo la solicitud de este funcionario.

Así, Antonio Rodríguez Penín, Susana Bayo, María Devesa, Mónica Vázquez y Alfonso Vilachá, del grupo de los "pachistas", por su afinidad con el anterior secretario general del PSdeG, Pachi Vázquez, abandonaron el debate para no votar lo mismo que los demás y tampoco romper la disciplina de grupo.

Días después, el regidor retiró la dedicación exclusiva y todas sus competencias a uno de los ediles, Antonio Rodríguez Penín, por pérdida de confianza en su gestión.

Ese mismo día, la ejecutiva local socialista acordó abrir expediente informativo a los cuatro concejales que son militantes e instar a la Ejecutiva federal a proceder de idéntico modo con la concejala Susana Bayo, que no milita en la agrupación socialista ourensana.

La división, después del plante momentáneo vivido otra vez en el último pleno, cuando se dio cuenta de esta medida disciplinaria, volvió a evidenciarse esta mañana en un acto al que asistieron los ediles críticos y que no estaba incluido en la agenda municipal

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