El psiquiatra de Porto admite que se excedió en sus comentarios

El psiquiatra Narciso Carrero, que atendió a la madre de la niña hallada muerta el 22 de septiembre de 2013 en una pista forestal de Teo (A Coruña), ha admitido ante el juez que de su boca salieron "comentarios" sobre Rosario Porto que nunca debería haber hecho.

El abogado José Luis Gutiérrez Aranguren, que representa a la madre de la niña Asunta, ha desvelado este dato a los informadores ante los juzgados compostelanos de Fontiñas y ha comentado que esta declaración fue "bastante extensa" y Carrero "acabó reconociendo que hizo esas declaraciones y que conocía sus obligaciones y el código deontológico".

El Colegio Médico de A Coruña abrió el pasado 10 de diciembre un expediente disciplinario a este profesional por contar a diferentes medios que Rosario Porto padecía "más psicosis que una depresión" y que se "notaba que tenía algo extraño, que podía no estar bien algún día".

Gutiérrez Aranguren ha manifestado que en su declaración de esta mañana ante el instructor José Antonio Vázquez Taín, este psiquiatra habló de "comentarios", y no de declaraciones, y contó que se "sintió presionado por los medios" y que previamente "un socio lo había dejado en la ruina".

"No entendí la relación entre una cosa y otra", ha apreciado Gutiérrez Aranguren, porque lo único "cierto" es que "reveló datos en un corto espacio de tiempo y no hay justificación para ese comportamiento".

Ha insistido en que hubo una falta grave por la violación dolosa del secreto profesional, uno de los pilares de la relación entre un médico y su paciente, y en que no se mantuvo la confidencialidad de todo lo que Rosario Porto le ha confiado puesto que ha publicitado datos clínicos.

Gutiérrez Aranguren ha señalado que el examen psiquiátrico forense a su patrocinada ha concluido y ha añadido que el informe, hasta donde él sabe, todavía no ha sido emitido. También ha avanzado que no queda ninguna declaración pendiente, sin prejuicio de que cuando lleguen algunos resultados que todavía faltan se puedan ampliar las peticiones.

"Quedan pruebas pendientes de laboratorio, investigación por detrás, y habrá que esperar a las conclusiones", ha indicado.

El cadáver de Asunta Basterra Porto se localizó sobre un talud, situado a unos cinco kilómetros de un chalé propiedad de Rosario Porto, a las 1.15 horas de la madrugada del 22 de septiembre de 2013.

Los padres de la víctima, la abogada Rosario Porto y el periodista Alfonso Basterra, otrora matrimonio, están encarcelados en el penal coruñés de Teixeiro, en régimen de prisión provisional comunicada y sin fianza.

En esta causa existe un tercer imputado, sin un nexo común con los padres de Asunta. Se trata de un ciudadano colombiano residente en Madrid cuyo perfil genético coincide con el de la mancha de semen encontrada en la camiseta de la cría, pero los investigadores están seguros de que hubo una transferencia accidental en el laboratorio.

Así, trabajan con la teoría de que no hay más culpables que los padres de esta pequeña de doce años.

A Alfonso Basterra se le achaca haber drogado con un ansiolítico a la menor en varias ocasiones en las que pernoctó en su domicilio y también se le imputa que el 21 de septiembre, día en el que se fechó su muerte, fue él quien suministró a esta niña una dosis tóxica del sedante Orfidal.

¿El propósito? Privarla de toda voluntad y defensa y, presumiblemente, facilitar la acción de asfixia, que ejecutaría Rosario Porto, siguiendo un plan preconcebido por ambos.

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