El puente romano de Lugo no se rehabilitará hasta el próximo verano

La rehabilitación del antiguo puente romano de Lugo, construido entre los siglos I y II después de Cristo, no será acometida hasta el próximo verano, dado que la empresa concesionaria tendrá que achicar el caudal el río Miño para poder actuar sobre las pilastras del viejo viaducto.

Según informó este martes a los medios de comunicación la concejala de Infraestructuras, la nacionalista Paz Abraira, para reforzar los pilares del monumento será necesario el uso de ataguías, sacos de tierra arcillosa u otro material impermeable para atajar el paso del agua durante la realización de las obras.

El Ministerio de Fomento destinará 712.462 euros al proyecto de rehabilitación del puente romano de Lugo, que hasta la apertura del nuevo, el pasado 25 de junio, soportaba diariamente el paso de unos 12.000 vehículos al día, ya que era una de las dos únicas infraestructura para cruzar de una orilla a otra del río Miño.

El presupuesto total de la obra supera el millón de euros, pero el Concello de Lugo se ha comprometido, mediante el acuerdo que alcanzó con el Ministerio de Fomento, a aportar el 25% restante de la inversión, algo más de unos 250.000 euros.

El puente romano de Lugo, cuya estructura está formada por tres arcos de directriz circular y ocho apuntados, es de origen romano y, probablemente, fue construido entre los siglos I y II después de Cristo y rehabilitado en la Edad Media, dado que formaba parte del Camino Primitivo a Santiago.

Precisamente, según el proyecto aprobado, se eliminará la estructura metálica de las aceras, así como las losas de hormigón armado y el pavimento actual, que será sustituido por pizarra. También serán construidos nuevos pretiles de piedra y se modificará el actual rasante del puente.

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