El punto con más víctimas y accidentes de toda la red viaria española está localizado en el kilómetro 10 de la autovía A-55 en Mos, en Pontevedra. En total se registraron en 2014 en ese punto 108 accidentes y 164 víctimas, según recoge el estudio de la organización de defensa de los conductores Automovilistas Europeos Asociados (AEA).
Este estudio identifica 160 kilómetros de carreteras convencionales y autovías localizados en 47 vías situadas en 36 provincias españolas, cuyo índice de peligrosidad medio registrado en el periodo 2008-2012 ha sido muy superior al de la media nacional, que es 10. En ellos se han contabilizado 832 accidentes y 1.168 víctimas.
En el caso de carreteras convencionales, el tramo más peligroso se ha localizado en el kilómetro 57 de la N-632, carretera que comunica Villaviciosa con Gijón (Asturias), a la altura de la desviación a Pola de Siero, con un índice de peligrosidad de 1.424.
De los 160 tramos localizados este año, uno de cada cinco ya aparecían como tramos de concentración de accidentes (TCA) de alta peligrosidad en el informe del año pasado, y sólo 9 están señalizados como "punto negro".
Respecto de la existencia de radares en esos tramos peligrosos sólo se han detectado 9 de los más de 1.000 que tiene desplegados la Administración por todo el territorio nacional.
AEA aclara que en la selección de los tramos más peligrosos de España sólo se han tenido en cuenta los 23.500 kilómetros de carreteras que componen la Red de Carreteras del Estado por cuanto por estas vías discurre más del 50% del total del tráfico que circula por España.
Respecto a su peligrosidad sólo se han tenido en consideración aquellos tramos de carreteras cuyo índice de peligrosidad medio en los cinco últimos años fuera igual o superior a 100.
