Olegario Giménez, padre de Sinaí y patriarca del clan de Los Morones, está desde el jueves en su domicilio de Tomiño. El autoproclamado ‘Rey de los gitanos’ logró que el titular del Juzgado de Instrucción 3 de Cangas de Morrazo dictase una orden muy poco común. A tenor de los numerosos delitos que se le imputan (extorsión, amenazas, pertenencia a organización criminal o fraude a la Seguridad Social, entre otros), su destino debería ser el ingreso en prisión de forma preventiva.
Juez y fiscal le consideran uno de los cabecillas de la organización junto a sus hijos Sinaí, Marino, Juan Paulo y Saúl. Sin embargo, uno y otro se decidieron por dictar una medida de arresto domiciliario para preservar su estado de salud que, al parecer, era muy delicado. Los agentes de la Guardia Civil acudieron el miércoles al Hospital Provincial para custodiar a la ambulancia que le trasladaría a su domicilio.
Sin embargo, el médico del Módulo Penitenciario del centro sanitario de la ciudad del Lérez se negó a darle el alta, por lo que la medida no se pudo poner en práctica hasta el jueves. El patriarca del clan de Los Morones no podrá abandonar su domicilio y estará vigilado por el Instituto Armado de manera permanente.
