Un juzgado de Santiago ha condenado al Sergas a indemnizar a una parturienta la suma de 20.000 euros por ausencia de consentimiento informado en el parto, en el que resultó afectada por desgarro anal tras la realización de una episiotomía suturada por una aprendiz de matrona, informó el Defensor del Paciente en un comunicado.
Los hechos sucedieron en el servicio de Ginecología del Hospital Xeral Calde de Lugo, y la mujer, F.G.M., de 36 años, vecina de esta ciudad, recurrirá la sentencia.
A raíz de los daños, la paciente causó baja en su trabajo en el INSS durante 300 días.
La sentencia, según explica la citada asociación en el comunicado, acepta el criterio del perito judicial, designado por la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, en la que se señala que "la estudiante de matrona puede suturar episiotomías, hecho que contradecían el resto de los peritos ginecólogos que emitieron dictamen".
Además, recoge "de forma reiterada", se añade, la doctrina establecida en diversas sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Galicia, que apuntan "que no puede hacerlo, y que la sutura de un desgarro tras una episiotomía es un acto quirúrgico complicado que puede causar graves daños si no se hace bien pudiendo afectar a los esfínteres anales, muy próximos, como los que de hecho ha causado a la paciente, y la tiene que hacer un médico, no una aprendiz de matrona".
El Defensor del Paciente avisa en su comunicado a las parturientas en el sentido de "que no se dejen suturar por aprendices, que exijan la presencia de profesionales titulados en el paritorio, y que si se produce un desgarro importante, que la sutura la haga siempre un médico".
"Lo más grave en este caso -se agrega-, es que a la paciente no se le comunicó la existencia del desgarro, y se enteró un mes más tarde ante una revisión por las molestias que tenía".
