El smartphone es el gran aliado en los días de calor

Además de la toalla, la tecnología también se ha convertido en uno de los básicos del verano
José Luis y su familia
photo_camera José Luis y su familia

El sol de julio llega a Galicia como una liberación. Después de un largo invierno, muchos turistas pueden disfrutar por fin de la calma que traen consigo los días de vacaciones.

En verano la playa de Silgar se convierte en el punto neurálgico de la villa. Un mar de toallas, sombrillas y sillas de playa inunda este punto costero llenándolo de vida. Familias, parejas, adolescentes, niños... Todos se reúnen a orillas de la ría para dejar que el sol broncee su piel. Las terrazas de los establecimientos del paseo también son un hervidero de libertad veraniega.

Entre palas de playa y crema solar, los veraneantes han echado mano de un nuevo indispensable playero: el teléfono móvil. Hoy en día estos aparatos cuentan con todo un abanico de aplicaciones que suplen todas las posibles necesidades del usuario, como revisar los diferentes perfiles en redes sociales, consultar el correo electrónico o conocer qué tiempo hará al día siguiente.

Hoy en día los móviles cuentan con todo un abanico de aplicaciones que suplen todas las posibles necesidades del usuario, como revisar los diferentes perfiles en redes sociales, consultar el correo electrónico o conocer qué tiempo hará al día siguiente

Tanto es así que Sandra está sentada con la vista fija en la pantalla. Iván, su pareja, está tumbado a su lado leyendo el periódico. Ella afirma que utiliza su smartphone para entretenerse mirando las redes sociales, especialmente Facebook, sacar fotos del idílico paisaje y grabar algún vídeo. Destaca que, además, suele llevar el MP4 porque escuchar música mientras toma el sol le resulta relajante. Él también suele ir a la playa con su teléfono para "estar siempre conectado", aunque no lo utiliza demasiado.

En otra zona de Silgar, Manuel revisa sus mensajes mientras su hijo mira con ojos curiosos lo que hace su padre. "Te han pillado", le dice su mujer, Susana. En su caso, solamente lleva el teléfono encima para estar comunicado, pero afirma que tampoco le da mucha importancia. Están de vacaciones y lo fundamental para ellos es desconectar.

A la orilla del mar, María José graba con su smartphone un vídeo relatando uno de los primeros días de playa de su nieta. La pequeña, acompañada por su abuelo, juguetea con la arena mojada. La familia utiliza el teléfono principalmente para documentar las primeras experiencias de la niña en los arenales, por lo que la cámara de fotos es igualmente una fiel compañera del día de playa. WhatsApp también es una herramienta importante para ellos: utilizan la aplicación para comunicarse con el resto de la familia. Posiblemente ese vídeo, con su nieta como protagonista, sea enviado mediante la plataforma de mensajería. Un poco menos importantes son para ellos las redes sociales. María José revisa Facebook de vez en cuando, aunque tampoco con excesivo interés.

Mientras tanto, entre los turistas se descubren multitud de actividades que realizan como distracción. Algún que otro grupo de jóvenes juega al fútbol y otros a las palas. Es habitual ver algún veraneante ojeando una revista, leyendo un periódico o completando algún crucigrama en una revista de pasatiempos. Otros tantos toman el sol con los auriculares puestos, disfrutando quizás de esa sensación de calma de la que Sandra afirma que se contagiaba al aislarse del resto del mundo. Pero, sin duda alguna, los que más abundan son aquellos que miran su móvil. Gente sacándose fotos con sus amigos o parejas, manteniendo una conversación telefónica, consultando las noticias o actualizando sus perfiles en las redes sociales. Parece que el smartphone se ha convertido en una nueva extremidad del cuerpo.

En la playa se ven actividades como jugar al fútbol o las palas, leer un periódico, completar crucigramas... pero, sin duda alguna, los que más abundan son aquellos que miran su móvil

El mundo de la tecnología es muy amplio y ha conseguido enganchar a casi todo el mundo. Una acción tan instructiva como leer también ha sido informatizada. El libro electrónico llega con fuerza, y prueba de ello es que varios veraneantes disfrutan del sol acompañados de sus textos favoritos escritos con tinta electrónica.

Elena, sentada tranquilamente en su toalla, relee su novela favorita. "El eBook es genial", afirma. Para ella, leer en la playa es increíblemente relajante y el libro electrónico le facilita mucho las cosas. De esta manera, ya no es necesario que cargue con los ejemplares en papel y tiene la posibilidad de cambiar fácilmente de lectura. Elena afirma que la playa es el único sitio donde lee por la sensación de tranquilidad que le transmite. En este contexto se desentiende del teléfono: "Podría prescindir de él". La cámara de fotos es la única aplicación que utiliza, de vez en cuando, durante sus días de playa.

Sentados en línea, cada uno en una silla de playa, una familia de tres parece haber sido también conquistada por el eBook. José Luis, que se define a sí mismo como "un apasionado del modelismo naval", se encuentra leyendo una novela clásica en el libro electrónico que, por cierto, es propiedad de su hija. "Yo tengo el mío en casa, este me lo ha dejado ella", afirma antes de continuar diciendo que también suele utilizar mucho su iPod. Para él, en la playa es indispensable reunir dos de sus grandes aficiones: leer y escuchar música clásica. Por eso, se sirve tanto de un eBook como de un iPod para completar su jornada veraniega ideal. Elena, mujer de José Luis, no se siente muy apegada a las nuevas tecnologías. A veces acude a la playa con el teléfono móvil, pero en la mayoría de las ocasiones lo deja en casa. A veces sí que utiliza el libro electrónico, pero es mucho más aficionada a leer en papel. Para ella los libros tienen mucho más valor. La hija de ambos, tocaya de su madre, dice que "en la playa nada de móvil, solo un libro. Si estamos de vacaciones es para desconectar". José Luis coincide con su hija en esta afirmación. Él odia el móvil ya que "es el gran impertinente". Ella tampoco da importancia a los aparatos reproductores de música. Su guitarra es, en ocasiones, su única compañía cuando va a estudiar a la playa, pero una vez más recalca que lo que busca en unas vacaciones es relajarse.

España es líder mundial en el uso de telefonía móvil, tal y como revelaba el estudio Digital in 2016 realizado por la agencia We Are Social

Queda patente que el móvil es, en mayor o menor medida, el dispositivo más utilizado por los veraneantes. España es líder mundial en el uso de telefonía móvil, tal y como revelaba el estudio Digital in 2016 realizado por la agencia We Are Social.

Llama la atención que los españoles apenas acceden a Internet a través de los navegadores, si no que lo hacen mediante las aplicaciones. Estas son las reinas. El 90% del tiempo de uso del smartphone está dedicado a ellas, siendo WhatsApp la favorita, seguida de Facebook. La aplicación de mensajería de la red social, Twitter e Instagram también se han hecho un hueco en los dispositivos.

Teléfonos, libros electrónicos y reproductores de música marcan la tónica general durante los días de playa. Resulta innegable que las nuevas tecnologías han facilitado el día a día de los usuarios, convirtiéndose poco a poco en una herramienta indispensable para ellos.

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