En Galicia casi 90 bebés se beneficiaron ya de los bancos de leche materna

Más de 130 mujeres se hicieron donantes desde el año pasado cuando el dispositivo se puso en marcha
Una mujer da de mamar a su bebé. ADP
photo_camera Una mujer da de mamar a su bebé

Un total de 87 bebés se han beneficiado ya de los bancos de leche materna del Servizo Galego de Saúde, creados con el fin de proporcionar esta alimentación a bebés hospitalizados que, de forma transitoria o permanente, no pueden recibir la leche de su madre.

Sólo diez comunidades autónomas disponen en España de este tipo de bancos y Galicia y Andalucía son las únicas que cuentan con más de uno, informa la Xunta en un comunicado. Desde su puesta en marcha el año pasado, 139 mujeres donaron su leche en los dispositivos del Sergas, situados en el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago y en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo.

Estos centros especializados son responsables de la promoción y apoyo a la lactación materna y de la recolección, procesamiento, control de calidad y dispensación de la leche. Tanto la donación como la dispensación son gratuitas y se hacen bajo criterios médicos. En total, los profesionales que trabajan en los dos bancos de leche gallegos recogieron 490 litros, de los que ya se procesaron 370 y se dispensaron 272.

Los dispositivos se encuentran en el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago y en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo

La leche materna es el alimento más adecuado para los lactantes. Comparado con la fórmula artificial, posee importantes ventajas para los neonatos prematuros o de muy bajo peso al nacer. Así, la transmisión de factores inmunoprotectores, antiinflamatorios y de crecimiento puede prevenir complicaciones como la enterocolitis necrosante y la infección invasiva; y se mostró un mejor cociente de desarrollo en los niños muy prematuros alimentados con leche materno.

Las madres que desean donar leche materna, una vez verificados los criterios necesarios establecidos por el banco, son instruidas para realizar la extracción en su casa y conservarlo de forma segura y adecuada. Sin romper la cadena de frío, transportan la leche congelada en neveras portátiles al banco, donde se comprueba que está en condiciones de ser procesada y almacenada para su distribución a los centros receptores. El tiempo máximo de almacenamiento es de tres meses.

Se lleva a cabo un registro que permite mantener la trazabilidad de todo el proceso y se garantiza la confidencialidad de datos. Tanto las donantes como los progenitores receptores firman consentimientos informados tras recibir la información por parte del personal sanitario.

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