En marcha la repoblación del Monte Pindo

Escolares y miembros de la asociación Monte Pindo han iniciado hoy labores de regeneración en esta emblemática zona arrasada este verano por las llamas, que calcinaron más de 2.200 hectáreas.

Inicialmente, los pequeños se dedicaron a recoger bellotas y semillas en un bosque cercano, para después sembrarlas en las laderas más pendientes, que han sufrido una mayor erosión posterior, por las lluvias registradas semanas después del fuego, explicaron a Efe fuentes de la asociación Monte Pindo.

Los miembros de la agrupación, los escolares y sus monitores procedieron posteriormente a la plantación también de alisos cedidos mediante un convenio con el Instituto de Investigaciones Agrobiológicas de Galicia, dependiente del CSIC.

Los árboles recibidos por este acuerdo están certificados genéticamente y forman parte del banco de simientes en el que se conservan los genotipos extraídos de especies representativas de Galicia.

Manuel Maceiras, secretario de Monte Pindo, explicó que están actuando fundamentalmente en la zona denominada Chan da Lama, donde siembran gramíneas de crecimiento rápido y donde la bajada de agua ha sido más intensa.

Así, intervinieron en los afluentes del río Vadebois, que ha sido uno de los cauces que arrastró más suelo y ceniza hacia las zonas de marisqueo, en la ladera sur del monte.

Sobre la situación del Pindo, Maceiras señaló que la afectación había sido muy intensa y el objetivo de estas intervenciones son acelerar su recuperación y crear una capa de vegetación que preserve el suelo ante las lluvias del invierno.

Agregó que actualmente se encuentra "prácticamente despoblado de vida" y se procura que la recuperación sea lo más ordenada y rápida posible, para constituir finalmente un sotobosque de robles, alisos, castaños y otras especies autóctonas.

Insistió en que el daño fue "muy importante", como les han explicado los especialistas, y el que han sufrido los bancos marisqueros se lo destacaron las propias mariscadoras, que en un principio intentaron retirar la capa de materiales y cenizas con sus propias manos, pero -agregó- han tenido que desistir, porque se había creado una especie de "capa como el cemento", que ahoga el berberecho y almeja.

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