Ence insiste en que en dos años librará de malos olores la ría de Pontevedra

"Nuestra intención era haber llegado el cero absoluto antes", reconoce el director de la planta, Antonio Casal. Defiende, en cualquier caso, que el descenso en los últimos años ha sido "tremendo" y atribuye la percepción de los vecinos de que el olor ''a coliflor'' persiste a un "efecto bumerán"
Imagen de la fábrica de Ence desde la playa de Lourido, en Poio
photo_camera Imagen de la fábrica de Ence desde la playa de Lourido, en Poio

La empresa Ence se ha dado nuevamente un plazo de dos años para acabar con los olores de su fábrica de Pontevedra. "Estoy personalmente convencido de que vamos a llegar al cero", ha dicho este miércoles en Pontevedra el director de la planta, Antonio Casal, en una rueda de prensa, para anunciar esta y otras medidas, y en la que ha admitido que ese plazo de dos años lleva manejándose desde hace unos cuantos más.

"Nuestra intención era haber llegado el cero absoluto antes", reconoce el directivo, que ha señalado que el descenso en todo caso en los últimos años ha sido "tremendo" y ha atribuido la percepción de los vecinos de que la planta sigue oliendo mal a un "efecto bumerán" provocado por los propios avances de la factoría en ese sentido, de modo que "cuando se dice que huele es equivalente a cuando antes se decía que no olía, porque antes estábamos acostumbrados a otra cosa".

Casal y el responsable medioambiental de la fábrica, Carlos Casas, han señalado ante los medios de comunicación que el número de episodios en los que la fábrica emite olores ha bajado desde 140 minutos al día en 2010 a un solo minuto el pasado agosto.

El plan para neutralizar definitivamente el olor a "coliflor", como ha descrito Casas, implicaría una inversión de cuatro millones de euros, que se sumaría a otros cuatro destinados a eliminar la emisión de vapores por las chimeneas, acumulables a los otros ocho que ya se han invertido en los últimos cinco años para los mismos fines.

Esta inversión está supeditada, en la línea de los últimos avances que viene anunciando la compañía, a la concesión de la prórroga sobre los terrenos de dominio público junto a la ría más allá de 2018.

Casal ha señalado también otras posibilidades de colaboración con las administraciones para el aprovechamiento del calor residual que genera la planta, que ya se usa para calentar las cercanas piscinas de Pontemuíños, con un ahorro para sus responsables de 150.000 euros anuales, según su cálculo.

Comentarios