El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se ha desmarcado de la línea dura del Partido Popular marcada por Cayetana Álvarez de Toledo, portavoz parlamentaria del PP, tras la polémica suscitada al llamar "terrorista" al padre del vicepresidente Pablo Iglesias. Feijóo considera que sería "un grave error" que la oposición cayese "en las provocaciones" del Gobierno.
El líder del PP ha defendido que deben cesar este tipo de "espectáculos" en la Cámara baja. "Basta ya de este tipo de espectáculos parlamentarios que, en pleno o en comisión, estamos viendo en el Congreso", exigió.
"Los gobiernos lo que deben hacer es gobernar y tratar de aproximar posturas con la oposición", advirtió Feijóo, convencido de que un Gobierno "no puede buscar enfrentamientos" con sus rivales políticos, como, a su modo de ver, sí está haciendo el Ejecutivo estatal.
"Y yo lo creo es que ningún compañero de mi partido o de otros partidos de la oposición debe entrar al señuelo del Gobierno para crispar, provocar y perder los papeles", trasladó. "Aunque solo sea por el respeto a los 30.000 fallecidos y por los millones de ciudadanos que están perdiendo su empleo, en este contexto más que nunca cometeríamos un grave error si contestamos a las provocaciones de un Gobierno que ha perdido los papeles y si la oposición también pierde los papeles", zanjó.
En el seno del PP, no obstante, es un hecho la división sobre el tono de Álvarez de Toledo en sus intervenciones. Quien sí ha defendido a Álvarez de Toledo ha sido la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (Faes), que preside José María Aznar. Tras tildar al líder de Podemos de "político chulesco" y "populista agresivo", denuncia que "elogie a los golpistas catalanes como demócratas" mientras acusa al PP de "promover la insubordinación de la Guardia Civil" y se "inventa una teoría conspiratoria contra la derecha".
Álvarez de Toledo, visiblemente molesta el pasado miércoles en el Congreso por que Iglesias se refiriera a ella como "señora marquesa" por el título nobiliario que ostenta, finalizó el debate espetando al vicepresidente del Gobierno: "Usted es el hijo de un terrorista. A esa aristocracia pertenece usted, a la del crimen político".
