El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha elogiado este miércoles el desarrollo y los acuerdos de la Conferencia de Presidentes, y, sobre todo, el diálogo entre las Comunidades Autónomas, ya que "el dinero que es de todos, lo hemos de repartir entre todos".
En una entrevista en Onda Cero, interpelado por uno de los principales temas tratados este martes en la cumbre de presidentes autonómicos relativo a la armonización fiscal que ha planteado el Gobierno andaluz ante la que el Ejecutivo madrileño se ha mostrado contrario, Feijóo se ha confesado partidario de que haya Comunidades que puedan tener una "política fiscal propia".
Así las cosas, ha recordado el "enorme esfuerzo" que ha hecho Galicia en los últimos años para mantenerse como una Comunidad solvente, sin pedir "ni un solo euro", lo que debe permitir que sea una autonomía con derecho a "ejercer nuestra capacidad impositiva".
Fejoó apuesta por el ejercicio de la "capacidad impositiva" de Galicia
Por ello, ha reiterado, "defiendo que las comunidades que somos solventes podamos bajar los impuestos", por lo que Galicia pudo suprimir "el impuesto de sucesión cuando ya hemos logrado llegar a fin de mes".
Sin embargo, ha sostenido, aquellas que presentan una situación deficitaria y piden "dinero para llegar a fin de mes", no es "razonable" que bajen sus impuestos, ya que conlleva que lo que los ciudadanos de esas regiones no paguen, lo deban abonar ciudadanos de otras autonomías que "no tienen esa responsabilidad". "Una comunidad que no cumple no puede bajar los impuestos y que eso lo paguemos los demás", ha subrayado el máximo mandatario gallego.
En este sentido, ha abogado por no distraerse de los principales retos fijados este martes en la Conferencia de Presidentes, reunión clave en la que se ha "marcado el campo, y, ahora, tenemos que jugar el partido" para ver si acaba bien.
Ha valorado, por último, que estén encima de la mesa la reforma de la financiación autonómica, la adopción de una Estrategia Nacional frente al reto demográfico y el pacto educativo, que eran las tres peticiones de primer nivel de la Xunta.
