El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, dice que su Ejecutivo pide ''un principio de igualdad y no discriminación'' en la negociación de la Lei de Caixas, recurrida ante el Tribunal Constitucional por el Gobierno central. Además, insistió en que no ve ''razonable'' que los directivos de las cajas sean sus ''propietarios'' o quienes tengan el poder de decidir sobre el futuro de las entidades financieras.
Así, argumenta que las leyes vasca, catalana y andaluza salieron adelante a pesar de que permite a sus gobiernos ''ejercer competencias exclusivas'' de las comunidades en esta materia, por lo que exige lo mismo para la ley gallega. ''Galicia también podría elegir el futuro de sus cajas siempre que la fusión sea solvente'', matizó.
En una entrevista en la Cadena Ser, Feijóo defendió que dos tercios del Parlamento aprobó que esta cámara esté representada en los consejos de administración de las cajas gallegas --Caixanova y Caixa Galicia--, pero el ''Gobierno lo frenó''. Precisamente este punto fue uno de los diez recurridos por el Ejecutivo central, pues las corporaciones municipales, los sindicatos, las entidades de interés general o los impositores sólo pueden tener un representante, mientras la Xunta puede contar con más. ''Ahora intentamos negociar'', dijo.
Equilibrio lingüístico
Otro tema sobre el que habló el presidente de la Xunta fue la derogación del decreto del gallego del bipartito, a raíz del cual se generó un ''problema que rompió los consensos lingüísticos vigentes desde hacía 30 años''. Por eso, dijo que ''planteamos volver al equilibrio lingüístico'', que el 50% de las materias se impartan en gallego y el otro 50% en castellano.
Al respecto, apuntó que incluso proponen introducir una tercera lengua en la enseñanza, el inglés, para que ''las familias sin dinero'' puedan acceder al conocimiento de un tercer idioma sin ''necesidad de acudir a escuelas bilingües''. Aclaró que se iría ''reduciendo de forma proporcional'' las asignaturas que se imparten en gallego y castellano.
Feijóo también aseguró que quieren ''recuperar el derecho del alumno a dirigirse al profesor en la lengua cooficial'' que elija y el derecho de los padres de escoger el idioma en el que desea educar a sus hijos y opinar spbre que determinadas materias se den en cada lengua. ''Otra gente querrá otra cosa, es válido, pero no lo compartimos. Es importante tener un Gobierno previsible y hacer lo que se dice en el programa, todo esto lo habíamos prometido'', añadió.
Tsunami económico
Sobre el impacto de la crisis en Galicia, el presidente de la Xunta consideró que ''aterrrizamos en un tsunami'' económico, ya que en la comunidad se destruían 140 empleos diarios cuando llegó al poder el 1 de marzo de 2009. Además, este martes conoció los datos del paro en Galicia de febrero, donde ha subido en más de 2.500 personas, ''se ha ido aliviando, aunque no es consuelo'', valoró Feijóo.
También ha sido preguntado por los recortes en la plantilla de PSA Peugeot Citroën en Vigo, cuya dirección ya anunció la no renovación de más de 800 empleos temporales en abril. Sobre este asunto, el jefe del Ejecutivo gallego apuntó que ''he estado en Italia hace poco y Fiat ha hecho un ERE de 30.000 personas, aquí lo que han hecho es no renovar contratos temporales'' .
Siguió afirmando que su gobierno lanzó ''un plan importante de ayudas y en Galicia, en 2009, las cosas han ido mejor que en 2008'', al registrarse mejores datos en las matriculaciones de vehículos en la comunidad. ''Citroën se recuperará, los coches que hacemos son para importación, franceses y alemanes han reducido compras por la crisis'', añadió.
Pacto anticrisis
Otro punto tratado en la entrevista fueron los contactos del Gobierno central para intentar cerrar un pacto anticrisis. Al respecto, sostuvo que valora ''con cautela sus medidas, que vienen avaladas por una importante improvisación'', incluso ''hay medidas que no sabemos si se van a mantener''.Sobre la reducción del déficit público, Feijóo aseguró que no se puede hacer ''sin todas las administraciones, nosotros lo hemos reducido''.
Además, valoró la conferencia de presidentes celebrada en diciembre como una ''ocasión perdida'', porque ''fue improvisada'', aunque mantiene que si le vuelve a llamar Zapatero asistirá al encuentro ''siempre que me diga para qué me llama''.
Al ser preguntado sobre las posibilidades de alcanzar un acuerdo, dijo estar ''esperanzado con un pacto global, pero son necesarios pactos puntuales que sean últiles'' sobre determinadas cuestiones y señaló que el Gobierno ''no se puede resguardar detrás de un consenso para no tomar decisiones''. Asimismo, resaltó que nos encontramos en unos momentos de ''extraordinaria dificultad económica'', posiblemente ''la mayor de la democracia''.
